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Los fallecimientos en los puestos de trabajo crecen un 22%

Tres de cada 10 muertes se deben a infartos por el deterioro de las condiciones laborales

Raúl Limón
Dos bomberos junto al viaducto que se desplomó en Almuñécar y en el que murieron seis trabajadores.
Dos bomberos junto al viaducto que se desplomó en Almuñécar y en el que murieron seis trabajadores.J. ROJAS

Albañil, camarero, electricista o trabajador del campo, de entre 42 y 56 años, y con contratos por obras y servicios o autónomos. Son los perfiles más repetidos en la negra nómina de fallecimientos en el trabajo, que el pasado año creció un 22% en relación con el ejercicio anterior. En poco más de un mes se han registrado ya cinco muertes en los tajos y los sindicatos piden soluciones urgentes. El infarto acapara ya el 30% de las causas y, detrás, el deterioro de las condiciones laborales.

"Sentí cómo se rompían los huesos"

Modibo Tako no ha vuelto a trabajar. Se encontraba en un almacén de una explotación agrícola de Níjar en noviembre de 2013 cuando un pequeño tractor le arrolló. “Sentí cómo se rompían los huesos”, recuerda ahora desde su casa mientras relata con detalle los “hierros y clavos” que tiene en las piernas. Cree que el accidente se podría haber evitado siguiendo unas normas mínimas, pero ya es tarde para este hombre de Mali.

A pocos kilómetros, también en Almería, Ahssam Darkau, de 42 años, sufría un año después, en agosto, un accidente que le impide moverse más de unos minutos. El empresario le encargó arreglar la parte superior de un invernadero sin disponer de medida de seguridad alguna. La caída fue fatal.

Como ellos, 71.749 trabajadores han sufrido algún percance en Andalucía el pasado año, 5.055 más que un año antes. En su mayoría, sufrieron lesiones leves. Pero para unos 800, el accidente fue grave. “El objetivo es que estas cifras tan lamentables dejen de darse porque detrás de las estadísticas hay personas que se dejan la vida en sus puestos de trabajo”, resume la secretaria de Salud Laboral de CC OO, Nuria Martínez.

El empleo no crece en la misma proporción que lo hacen las muertes en el tránsito al trabajo o durante la jornada laboral. Mientras la población ocupada crece un 2%, la siniestralidad lo hace por encima del 20%. Nuria Martínez, secretaria de Salud Laboral de CC OO, lo tiene claro: “Se están degradando las condiciones de trabajo”. Martínez cree que la presión sobre los empleados, la mayor carga de trabajo, la inestabilidad en el empleo, que lleva a callar y aceptar los incumplimientos de las normas, y la falta de vigilancia sobre las directrices de seguridad están volviendo a disparar las muertes en las empresas.

A estas causas, la sindicalista suma la “falta de liderazgo de la Administración” en los temas de salud laboral que “no sólo ha borrado este capítulo de su discurso sino que ha recortado entre un 65% y un 85% las partidas para la seguridad y para la formación preventiva”.

El último eje de esta situación es, en opinión de Martínez, la falta de un empresariado comprometido con la seguridad que no termina de entender que cualquier inversión en este ámbito “solo da beneficios”.

Los principales incumplimientos que se están registrando se generan en la falta de vigilancia y seguimiento de los procedimientos de seguridad, según las quejas que presentan los delegados sindicales. “Se han llegado a detectar andamios con ruedas, sin homologar y de alturas ilegales o cuadros eléctricos sin proteger”, comenta Nuria Martínez.

Ante estos incumplimientos y por el miedo a perder el trabajo, los empleados callan y aceptan las condiciones o firman haber recibido formación de seguridad que no les han impartido o utilizan equipamientos deficientes.El resultado ha sido un total de 94 muertes laborales el pasado año; 77 durante la jornadas de trabajo y 17 en el camino de ida o vuelta. En el primero de los casos, un 22% más que el año anterior. En el segundo, un 89% más que en 2013.

Los sindicatos han advertido de estas cifras, registradas por la Dirección General de Salud Laboral, en el Instituto y el Consejo Andaluz de Prevención. Creen que demuestra que no se ha completado la estrategia regional de seguridad y que es necesario elaborar una nueva y de forma urgente para evitar el “relajamiento” de la actividad preventiva y reorganizar el trabajo de la inspección.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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