El Macba descubre la obra plástica de Osvaldo Lamborghini

Con tan solo tres libros publicados en vida Osvaldo Lamborghini (Buenos Aires, 1940 - Barcelona, 1985) se ha convertido en uno de los grandes mitos de las letras argentinas contemporáneas. Sin embargo no se puede decir lo mismo de su obra plástica, un corpus articulado y constante que desarrolló durante los cinco años que residió en la calle Comercio de Barcelona y que su compañera Hanna Mock conservó hasta ahora. “Cuando Osvaldo falleció, pregunté a una amiga, docente en Princeton, que debería hacer con todo este material. Ella me contestó que transcurrirían por lo menos dos décadas antes de que fuera reconocido y valorado”, recordó Mock en la presentación de la primera exhibición mundial de la obra gráfica de Lamborghini, en el Macba. La muestra, que estará abierta hasta el 31 de mayo y después viajará a Buenos Aires, se enmarca en el trabajo de investigación del museo, mucho más activo tras la incorporación de Beatriz Preciado y Valentín Roma.

Todo es rigurosamente inédito: los originales de Teatro proletario de cámara, el inclasificable libro-objeto que da título a la muestra; las 73 laminas collages de gran formato con dibujos expresionistas e imágenes recicladas de los panfletos pornográficos de la época; una docena de intervenciones fotográficas y pictóricas y veinte libretas artesanales que alternan fotomontaje, crónica política y diario personal,

“Se trata de piezas, que constituyen mucho más que el divertimento extemporáneo de un escritor”, explicó Roma, comisario de la muestra, quien ha reconstruido con gran acierto el mundo iconográfico de Lamborghini en una de las salas circulares del Macba, presidida por una imagen doméstica del autor captada por su compañera. Mock, empleada en una editorial, le traía libros de los temas más variados y Lamborghini los manipulaba, así como lo hacía con las viejas revistas pornográficas de los años 70, que compraba en los mercadillos. Estas intervenciones, cáusticas, violentas, a menudo casi salvajes, le convirtieron en un corrosivo cronista en la sombra de la Barcelona que acababa de presentar su candidatura para las Olimpiadas, que finalmente organizó en 1992.

La muestra se completa con una selección de su biblioteca personal, que revela sus principales referentes en ámbito artístico: Pasolini, Fassbinder, la Transvanguardia italiana, la nueva pintura alemana y el Barroco. Tampoco podía faltar una sección dedicada a sus libros, encabezada por El fiord, que se publicó en Buenos Aires en 1969 de forma casi clandestina y acaba de ser reeditado por Ediciones Sin Fin. Según el escritor argentino César Aira, “cuando Lamborghini salía a la calle con El fiord lo hacía como quien lleva un arma… ya hace mucho que este texto violentísimo y arrasador ha cumplido el cometido de los grandes libros: fundar un mito”. Como novedad, desde el sitio web del Macba se podrá descargar gratuitamente el libro que acompaña la muestra, El sexo que habla, con ensayos inéditos y casi 200 ilustraciones que documentan la variedad de temas, soportes y técnicas de la obra visual de Lamborghini.