Bibliotecas de cine

1. Biblioteca Central de la UNED. Hice antropología en la UNED y encontré ese lugar. Es como un anillo con cinco círculos. Tú estás sentado en el tuyo y ves el resto frente a ti, de arriba abajo. Es como esas bibliotecas de las películas de Hollywood. Al principio iba a estudiar y ahora voy para todo. Arriba hay un restaurante muy barato, de los de cinco euros el menú, con unas vistas alucinantes sobre la plaza de Oriente. (C/ Senda del Rey, 5)

2. Magasand. Escribo aquí. A esta mesa en la que estamos yo la llamo mi oficina. Vivía cerca, pasé por delante el día que se inauguró, pregunté si tenían wifi y ya no me he movido. Tienen un café estupendo, los mejores sándwiches de Madrid y aquí me paso el día. Escribiendo y escuchando las conversaciones de la gente que se sienta en esta mesa corrida. Muchas veces no sabes por dónde tirar con un personaje y sale la idea de lo que oyes. Por ejemplo, en Las ovejas… el personaje de Inma Cuesta tiene una escuela de patronaje porque aquí había unas chicas hablando de los horarios de sus clases. (Travesía de San Mateo, 16)

3. Gimnasio del COAM. El gimnasio tiene una vista estupenda. Es un edificio que para mi desgracia vi crecer, porque mi casa estaba pegada a las obras. El sitio es un poco incómodo, pero es muy estético. (C/ Hortaleza, 63)

4. Bar Jurucha. Voy desde los 16 años. Tiene una tortilla de patatas con mayonesa espectacular. Eso sí, te tiene que gustar la tortilla jugosita, no mazacotera. Y la mayonesa es impresionante. Además, hay millones de pinchos, y es uno de esos bares en los que están los mismos camareros que hace 40 años. (C/ Ayala, 19)

5. Librería Tipos Infames. Lo que más me gusta del mundo es mirar libros. Puedo pasarme horas haciéndolo. Y ahí puedes hacerlo, parar, tomar una copita de vino, seguir. (C/ San Joaquín, 3)

6. Cines Verdi. Buenas películas en versión original y cerca de mi casa. No hace falta decir mucho más para explicar porqué me encanta. (C/ Bravo Murillo, 28)

7. La fuente de los delfines. La he visto desde pequeño, vivía muy cerca de niño, y ahora paso todos los días para llevar a mi hijo al colegio. Es un referente de mi infancia y además me parece que Madrid es una ciudad con pocas fuentes, que es algo que da siempre vidilla a un lugar. (Esquina de C/ Hortaleza con Santa Brígida)

8. La Toscana. Cuando vas al Teatro Español, al terminar de ver la obra vas a La Toscana. Es un bar de esos marrones con mesas cuadradas en el que ponen un morcillo con patatas espectacular. Hay un tío cortando tomates sin parar todo el día a velocidad de vértigo, porque aparte del morcillo ponen ensalada de tomate con cebolla y vino en jarras. Seguramente pongan más cosas, pero no lo sé porque siempre pido eso. Solo de pensarlo me pongo a salivar. (Calle de Manuel Fernández y González, 10)

9. Matadero. Me gustan la programación y el espacio. Es muy berlinés. Ese tipo de cultura más pegada a la calle me parece un buen camino para Madrid. (Plaza de Legazpi, 8)

10. Calle Espíritu Santo. Es como una calle de Londres o de Amsterdam. Hay tiendas pequeñitas, pero muchas. Es un lugar para recorrer que tiene un ambiente cosmopolita.