Gómez impone primarias cerradas para intentar blindar su candidatura

Las primarias “de verdad” que prometió el Partido Socialista de Madrid (PSM) se celebrarán el próximo 19 de octubre. Y, contrariamente a lo que su secretario general, Tomás Gómez, defendió a capa y espada para otros procesos en los que él no era el candidato (así se lo exigió, por ejemplo, al ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba en múltiples ocasiones), esas primarias serán cerradas. Es decir, sólo podrán votar los militantes del PSM; un proceso abierto como el que celebran, por ejemplo, los socialistas franceses permitiría participar a todos los madrileños mayores de 16 años con sólo firmar un documento de adhesión a los principios socialdemócratas y pagar un euro de cuota simbólica.

“Quiero primarias dentro del partido. Además, quiero unas primarias lo más participativas posibles. Es decir, abiertas. Abiertas a todos los ciudadanos sean o no afiliados al PSOE pero que se sienten socialistas. La máxima democracia es en definitiva lo que defiendo”, aseguró Gómez en enero.

Sin embargo, a la hora de la verdad, el líder regional, al que sus críticos achacan no sólo problema de liderazgo en el ámbito interno, sino también de imagen pública, no ha querido arriesgarse a un plebiscito abierto y se someterá sólo al dictamen de los 15.000 militantes socialistas. Una federación menguante, además, desde que él la dirige: tenía 18.000 miembros en 2010 y 30.000 antes de su llegada en 2007, cuando aún estaba al frente Rafael Simancas.

La decisión de celebrar primarias cerradas la tomó personalmente Gómez, presumiblemente tras sus contactos con el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con el que presume de buena sintonía (tras apoyarle abiertamente en las primarias federales el pasado 13 de julio) pese a sus múltiples y profundos desencuentros en los años previos.

Gómez aprovechó la reunión de la Ejecutiva regional celebrada ayer para anunciar su decisión: propondrá a la dirección nacional la fecha del 19 de octubre para celebrar las primarias cerradas de las que saldrán el candidato socialista en las elecciones autonómicas de mayo de 2015 y los cabeza de lista de los comicios municipales en las ciudades con más de 20.000 habitantes.

Según fuentes presentes en la reunión, ni Gómez explicó los motivos de su decisión de no abrir el proceso a todos los simpatizantes socialistas de la región, ni ninguno del medio centenar de integrantes de la Ejecutiva le pidió explicaciones. Pese a que, según dichas fuentes, de sus palabras se podía deducir que las primarias deben ser cerradas porque así lo marcan los usos socialistas, en realidad él tenía potestad para proponer una fórmula abierta.

Los estatutos socialistas dan esa posibilidad a las federaciones regionales; de hecho, la riojana ya anunció en junio que permitirá votar también a simpatizantes.

No ocurre lo mismo con las primarias municipales, que deben ser cerradas (por temor a interferencias ajenas en urbes de menor tamaño), aunque hay voces, como el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que solicitan a la dirección nacional un cambio en esa directiva.

La decisión de Gómez anunciada ayer será examinada y con toda probabilidad refrendada por el Comité Federal del PSOE el próximo 13 de septiembre. Un día después, el Comité regional se reunirá para poner en marcha el proceso. Los candidatos tendrán cerca de dos semanas para reunir los avales necesarios (un 5% o un 10% del total de militantes) y otras dos para hacer campaña.

En el ámbito regional no ha cristalizado hasta ahora un candidato capaz de acumular el cada vez más amplio descontento contra Gómez en las filas socialistas.

Sólo el profesor universitario César Giner, defensor de las primarias abiertas y, en principio, sin respaldos fuertes de ninguna corriente, ha avanzado que plantará cara al líder regional en las primarias de octubre. En la capital (donde hay unos 5.800 militantes), el líder municipal, Jaime Lissavetzky, ya ha anunciado que se presentará a las primarias locales, tras mantenerse cuatro años haciendo oposición al PP. Por ahora, sólo ha anunciado su intención de retarle el sociólogo Enrique del Olmo, carente apenas de apoyos orgánicos.