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Grimaldo asoma la cabeza

El lateral izquierdo del Barça B, recuperado ya de su grave lesión de rodilla, ha participado en los dos encuentros de la pretemporada

Juan I. Irigoyen
Grimaldo juega el balón ante el Niza.
Grimaldo juega el balón ante el Niza.FERNANDO ZUERAS (DIARIO AS)

“Estoy muy contento de estar aquí con vosotros”, masculló con timidez Alejandro Grimaldo (Valencia, 18 años) frente a sus compañeros y el cuerpo técnico del primer equipo, también el presidente y el director deportivo del Barça. Víctima de la novatada, el valenciano, acostumbrado a ser el dueño de las bromas en el Mini Estadi, perdió su habitual desparpajo y se colmó de respeto. “Siempre está de cachondeo y es muy amigo de sus amigos”, cuenta Sandro, su compañero en el Barça B, que también hizo la estadía en Birmingham.

El nombre de Grimaldo siempre estuvo marcado en rojo en la ciudad deportiva azulgrana. Desde que se mudó a Barcelona en 2008, el lateral zurdo está señalado a galopar la banda del Camp Nou. Ahora, tras superar la rotura de los ligamentos de la rodilla derecha, vuelve a un primer plano. Luis Enrique se lo llevó a Inglaterra y le da minutos en el equipo, por más que Alba, Adriano y Mathieu copen el lugar por el momento. En el primer amistoso de la pretemporada jugó los primeros 45 minutos contra el Recreativo y el sábado disputó en el segundo tiempo frente al Niza.

Cuando tenía 13 años y despuntaba con el número 10 en la cantera del Valencia, La Masia llamó a su puerta. “Necesitábamos un lateral izquierdo. Sabía que había un zurdo muy bueno que jugaba de mediocampista ofensivo en el Valencia y nos encantó. En el Barça solemos retrasar jugadores para ganar en salida y calidad”, cuenta Albert Benaiges, ex director del fútbol base, que también descubrió a Iniesta. “Fue espectacular”, interviene Andrés Carrasco, su primer entrenador en el Infantil A; “no le costó nada adaptarse a los movimientos de la línea, ni a las triangulaciones. Es muy inteligente”. Grimaldo, más pragmático, comenta: “Me encontré cómodo y me quedé en esa posición”.

“Al principio estaba decaído, pero al volver de la lesión mostró todo lo que tiene: carácter, mentalidad y valentía”, asegura Eusebio.

Con naturalidad, trepó escalones en la cantera. “Es un jugador que tiene mucho carácter en el campo. Ya a una edad muy temprana no tenía ningún problema en intentar ser protagonista. Jugando de lateral se mostraba en cada acción del juego. Jamás se escondía”, subraya Víctor Sánchez, su técnico en el Cadete B. Con edad para el Juvenil B, pasó directo al filial. “Le tengo mucho cariño a Eusebio, siempre ha confiado en mí, me habla mucho y me trata muy bien”, señala Grimaldo. Y hasta llamó la atención de Pep Guardiola; con 15 años, el actual entrenador del Bayern de Múnich le hizo debutar con la camiseta del primer equipo en la Copa Catalunya de 2012. Todo marchaba sobre ruedas cuando Grimaldo sufrió un tremendo guantazo.

En febrero de 2013, en un partido frente al Hércules en el Mini Estadi, su rodilla derecha se clavó en el césped. La peor noticia: rotura del ligamento cruzado anterior lateral. “Fue un palo muy duro, pero tenía que intentar afrontarlo de la mejor manera”, explica Grimaldo. 11 meses después, volvió a la lista de convocados de Eusebio. “En ese momento estuvo un poco bajo de ánimo. Es normal tras estar casi un año lesionado”, cuenta Samper, otro de los elegidos de Luis Enrique para la pretemporada. En cualquier caso, al lateral no le faltaron mimos. El club le renovó su contrato hasta 2016 —con una cláusula de 12 millones, 35 en caso de llegar al primer equipo— con opción a un año más. “Al principio estaba decaído, pero luego mostró todo lo que tiene: carácter, mentalidad y valentía”, cuenta Eusebio.

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“En cuanto se recuperó de la lesión, enseguida demostró su interés por volver al equipo. Los días en los que no lo sacaba al campo se marchaba cabreado, cuando jugaba cinco minutos quería jugar 15. Tiene ambición. Quiere llegar lejos en el fútbol”, explica el entrenador del Barça B. “La primera vez que le entrevistaron en Barça TV le preguntaron cuál era su sueño. Lo normal es que los chicos de esa edad contesten que quieren llegar al primer equipo. Él, en cambio, contestó: ‘Quiero ser campeón del mundo con la selección española’. Eso lo define”, cierra Víctor Sánchez. Pero por el momento, le toca esperar.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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