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Nace el I Festival Internacional de Cine Carlos Velo

La primera edición, que se celebra en Cartelle, está dedicada al mundo rural y cuenta con diez trabajos finalistas

El mundo rural protagoniza la primera edición del Festival Internacional de Cine Carlos Velo, que hoy y mañana comienza su andadura en Cartelle y que el próximo domingo tendrá una extensión en el municipio de Celanova. Los diez trabajos finalistas, en las categorías de ficción y de documental, se proyectan esta tarde en el Auditorio de Cartelle, lugar que mañana acogerá una retrospectiva del realizador Lisardo García Bueno, presidente del jurado en el que también toman parte los directores Norberto López y Alberto Blanco, investigadores como Fernando Redondo, especialista en Carlos Velo, y el periodista Rafael Cid. Por la noche se celebrará la entrega de premios y, al día siguiente, domingo, en el Centro Multiusos de Arraianos en Amoroce (Celanova), habrá un visionado de las obras galardonadas acompañado de una degustación de productos gastronómicos y de un programa musical. Todas las actividades son gratuitas.

El festival está organizado por las asociaciones locales Lareira Pop y Arraianos y nace con vocación de reivindicar la figura del cineasta Velo (Cartelle, 1909-México D.F., 1988), y "retomar su trabajo donde él lo dejó", afirma el realizador Aser Álvarez, ganador de un Mestre Mateo por el documental 100% Celso Emilio Ferreiro y director del certamen junto con la escritora y productora teatral Inés Vázquez. "Queremos recuperar su idea de crear un centro de formación en documentalismo y creemos que su casa natal, en Cartelle, podría ser el lugar idóneo", explica Álvarez. El cineasta Carlos Velo también da nombre a un cineclub que los organizadores quieren llevar por toda Galicia para dar continuidad al festival, programando no sólo los trabajos premiados sino algunas de las 152 cintas presentadas a concurso. El nacimiento de una publicación para difundir iniciativas de emprendimiento en el ámbito rural, Xornal Agrario Galego, editado por Positivas y cuyo número 0 se presentará en el marco del festival, es la otra puerta a la futura factoría creativa con la que sueñan los organizadores.

Las cintas a concurso, llegadas de Europa y América fundamentalmente, abordan cuestiones relacionadas con la naturaleza, el despoblamiento, la memoria, las relaciones humanas y los modelos de gestión, "desde un punto de vista intercultural y con factura contemporánea".

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