Andalucía afronta la temporada turística alta con conflictos laborales en el sector

A pocos días de la entrada oficial del verano y del previsible desembarco masivo de turistas, sobre todo en la franja costera, Andalucía afronta la temporada alta con conflictos laborales en el sector en varias provincias. Los convenios colectivos de Huelva, Málaga, Granada y Jaén están bloqueados y hay casos que se encuentran completamente enquistados, como Huelva, donde ya existe una convocatoria de huelga para los días 4 y 5 de julio. El desacuerdo existente ahora mismo entre patronal y sindicatos afecta a unos 130.000 empleados de hoteles, apartamentos turísticos, bares, cafeterías, salas de fiesta y chiringuitos de las cuatro provincias.

Las partes en conflicto intentaron este jueves un acercamiento para firmar el convenio de Málaga (debería estar en vigor desde enero) sin apenas avances. En la Costa del Sol, buque insignia del turismo en Andalucía, unas 65.000 personas trabajan en el sector de la hostelería. El diálogo aún no ha ahondado en el tema salarial, pero los sindicatos apuestan por una subida de alrededor del 2%, basada en las cifras del IPC y en la recuperación que vive la industria turística desde el año pasado. Los empresarios se inclinan por congelar sueldos.

Pero lo peor, en opinión de Gonzalo Fuentes, secretario de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CC OO de Andalucía, es la posible pérdida de derechos recogidos en convenio. “El descanso de dos días se consiguió en Málaga en 1982, durante el Mundial de fútbol, un día antes de la huelga que se había convocado”, recuerda para ilustrar cómo 32 años después se plantea el objetivo de mermar las jornadas de asueto. La patronal trata de reducir la compensación por domingo y festivo trabajado (ahora es del 175% y se propone bajar al 100%) e implantar la jornada irregular, algo que implicaría “no descansar en todo el verano” y trabajo diario de hasta nueve y 10 horas. Según Fuentes, también se pretende eliminar el descanso de 12 horas entre jornadas.

“Estamos en una etapa de bonanza turística y no podemos permitir no solo que no se cree empleo, como está pasando, sino que quieran limitar derechos sociales”, insiste. En Granada, las circunstancias son similares a las de Málaga, aunque las negociaciones están ahora mismo rotas. Los trabajadores del sector ya han protagonizado algunas acciones de protesta y no se descarta la convocatoria de huelga a finales de agosto si no hay un acercamiento con los empresarios y algunos avances.

El caso más severo es el de Huelva. El convenio colectivo está bloqueado desde 2011 (se aplica el de 2010, con los salarios congelados) y los sindicatos alertan de que hay empresas que ofrecen el salario mínimo (645 euros) para las nuevas contrataciones y orillan el convenio colectivo por el Estatuto de los Trabajadores, con descansos más reducidos y un horario laboral más extenso por semana. Se persigue un convenio distinto por establecimiento. El presidente de la Diputación Provincial y del Patronato Provincial de Turismo, Ignacio Caraballo, ha pedido esta semana a empresarios y representantes sindicales que agoten el diálogo y acerquen posturas para intentar evitar un paro en plena campaña estival. Hay un calendario de huelga fijado que se iniciará los días 4 y 5 de julio.

En cuanto a Jaén, existe un problema de interlocución entre las distintas patronales del sector y los sindicatos han descartado “trocear” el convenio en tres partes, por subsectores, como proponen los empresarios.

Las previsiones turísticas para verano son muy buenas en Andalucía. El sector opta por la cautela, pero se vaticina una temporada alta mejor que la de 2013, que registró las mejores cifras de su historia. La comunidad nunca había tenido unos números tan positivos en julio (5,5 millones pernoctaciones) y en agosto (6,49 millones de estancias) y todo apunta a que el destino seguirá beneficiándose de la presencia de turistas prestados de las zonas en conflicto del Mediterráneo y del repunte del mercado nacional, donde Andalucía es líder.

Los sindicatos rechazan que en medio de este escenario se opte por recortar beneficios sociales. Fuentes precisa también que la calidad del sector se ve afectada por la carga de trabajo y la tendencia cada vez mayor a externalizar servicios y recurrir a subcontratas. Se pone de ejemplo Baleares, donde CC OO y UGT han firmado con la patronal un convenio para los próximos cuatro años que prevé una subida salarial del 4,5% y el mantenimiento de todos los derechos.