El presidente evita defender la reforma del Estatut pendiente en el Congreso

La reforma del Estatut d’Autonomia pendiente en el Congreso de los Diputados quema cada vez más en las manos del PP valenciano. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, evitó este jueves, nuevamente, comprometerse en defender esa reforma, que reclama más inversiones del Estado y que está pendiente de tramitarse este mes. De solicitar en los próximos días la retirada del orden del día sería la cuarta vez que el PP bloquea una reforma aprobada sin votos en contra por las Cortes Valencianas en 2011.

En una sesión de control no exenta de tensión el portavoz socialista, Antonio Torres, tras recordar que Fabra tiene el problema de lograr que Mariano Rajoy lo nombre candidato en las elecciones de 2015, le instó a desbloquear la negociación para corregir la infrafinanciación autonómica y la deuda histórica acumulada. “Jamás ha habido un presidente que maltrate más a la Comunidad Valenciana que Rajoy”, continuó, para preguntar: “¿Va a pedir de nuevo la retirada de la reforma del Estatut en el Congreso?”.

El jefe del Consell no respondió. Por el contrario, se concentró en defender la gestión de Rajoy, y, sobre todo, en insistir en el discurso de la herencia socialista para acabar cuestionando la situación interna del PSOE. Fabra enumeró las ventajas de los fondos de liquidez autonómica, del déficit asimétrico o del cambio en la ley de costas frente a las inversiones en desaladoras del Gobierno socialista o el retraso del AVE a Alicante.

Los socialistas instan al jefe del Consell a reivindicar la deuda histórica

Después, el portavoz adjunto de Esquerra Unida, Ignacio Blanco, interpeló al jefe del Consell por la gestión de los fondos públicos y el uso del coche oficial. Y Fabra, que optó por pasar a la ofensiva desde el minuto uno, no estuvo afortunado al responder: “Me sorprende que siga usted de síndic porque he visto que Marga Sanz sí ha podido asistir a manifestaciones y actos de campaña electoral pero no puede acudir a las sesiones de control, aunque cobra de todos los ciudadanos”.

“La síndic no acude porque está de rehabilitación sanitaria [se rompió un pie]. Es usted el que necesita una rehabilitación política”, replicó Blanco, que pidió explicaciones por la gestión de RTVV y el coste del cierre, la compra de una empresa en quiebra como Valmor por parte de la Generalitat y el uso del coche oficial para acudir a cenas privadas.

La respuesta de Blanco descolocó al jefe del Consell que se enorgulleció de que la sanidad pública pueda prestar tratamientos como el de rehabilitación. Fabra explicó que el uso del coche oficial en actos que no se comunican, para evitar a los medios de comunicación, no implica que no sean actividades propias de su cargo. El jefe del Consell puso de ejemplo una cena con dos ministras.

Las iniciativas legislativas exigirán menos firmas, anuncia el presidente

Las consecuencias de la inhabilitación de Mònica Oltra como diputada con el voto de la mayoría absoluta del PP por no atender los requerimientos del presidente de la Cámara, Juan Cotino, centraron otra parte del debate. El portavoz de Compromís, Enric Morera, recriminó a los populares la vulneración sistemática de “los derechos de los diputados” y dio por rota la legislatura. “No cuenten con nosotros para nada”, dijo el portavoz de Compromís, que preguntó “¿Qué inhabilitación merecen los responsables políticos de Emarsa? ¿Y los que saquearon las arcas públicas en el caso Nóos? ¿Y qué reprobación merecen quienes han ocultado pruebas sobre el accidente del metro? ¿Qué reprobación merece quien ha comprado con nuestro dinero una empresa quebrada como Valmor? ¿Y a usted, señor Fabra, qué inhabilitación le tendremos que poner por cerrar nuestra radio y televisión públicas? ¿Y por incrementar en 11.000 millones la deuda?”. El diputado de Compromís acusó a Fabra de ser “incapaz de poner orden en la deriva totalitaria, de tonton macoutes, de sus diputados”, y le pidió que explique por qué no acudió al pleno secreto y a puerta cerrada que sancionó a Oltra.

El presidente se escudó en el reglamento de las Cortes, pero no respondió por qué se ausentó de la votación. “No me preocupa que no lleguemos a acuerdos porque no ha estado nunca de acuerdo con el PP”, replicó, y comparó la inhabilitación a Oltra con la sanción a un alumno por parte de un profesor al que no se guarda respeto. Fabra intentó liberarse de la presión de Morera anunciando que, tras el verano, el Consell presentará un proyecto de ley para facilitar las iniciativas legislativas populares que ahora requieren de 50.000 firmas y que con el cambio solo necesitarán 25.000.

El argumento de Fabra no impidió que Compromís y el resto de la oposición le recordaran las 15 sentencias contrarias acumuladas por el Consell y la Mesa de las Cortes por no facilitar información o vetar iniciativas.