Muere el piloto de un helicóptero al chocar con un poste de alta tensión
La Guardia Civil investiga si la nave siniestrada en Málaga era un transporte de droga El aparato carecía de distintivo y el aeropuerto de Málaga no tenía registrado ningún vuelo
La alerta al 112 la dio un operario que revisaba una línea de alta tensión. A primera hora de este sábado avisó al servicio de emergencias de que había visto lo que parecía una puerta y un rotor de cola de un helicóptero entre los Ayuntamientos malagueños de Manilva y Casares. La nave se había precipitado contra una torreta eléctrica en una zona de muy difícil acceso.
Los efectivos del Consorcio de Bomberos de Málaga activaron a las 8:27 el dispositivo de rescate para acceder al lugar, un lugar escarpado al que seis bomberos lograron llegar a pie, con equipos autónomos, después de una hora de camino. Eran las 10:37 de la mañana cuando alcanzaron el lugar, según informó el gerente del Consorcio de Bomberos de Málaga, Manuel Marmolejo. Sus compañeros se encontraron una la torreta golpeada, el helicóptero calcinado y, a unos 250 metros, el cadáver de un varón blanco, corpulento, de alrededor de un metro noventa de estatura y sin ninguna documentación que lo identificase. "Estaba todo calcinado, era un helicóptero pequeño, de una o dos plazas. Afortunadamente el combustible no prendió y solo tuvimos que refrescar la zona".
De inmediato, los bomberos avisaron a la Guardia Civil, que envió un helicóptero para trasladar al fallecido. En un vídeo difundido posteriormente del traslado del cadáver se puede apreciar que fue realmente complicado: el helicóptero del Instituto Armado se tuvo que posar sobre una roca solo con uno de sus patines.
Las primeras hipótesis apuntan a que el helicóptero se estrelló de madrugada al engancharse con los cables de alta tensión. Nadie explica, por el momento, por qué volaba de noche y a tan poca altura. El aeropuerto de Málaga no tenía registrado ningún vuelo en la zona del accidente, ni se encontró ninguna documentación en la nave. La Guardia Civil investiga si se trataba de un correo de droga, aunque no se halló ninguna sustancia en el lugar. La práctica de trasladar fardos desde el norte de África se ha hecho cada vez más habitual, y en ella las mafias utilizan helicópteros o pequeños aviones que intentan eludir los radares militares volando por debajo de su alcance (200 metros de altura).
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