Los verdaderos atletas

Besos al suelo, como si fueran el Papa. Abrazos efusivos entre compañeros. Bastantes lágrimas y muchas más sonrisas. Padres que entraban acompañados de sus hijos. Extranjeros con las banderas de sus países. Y hasta un frugal Batman. Todas esas escenas se han visto esta mañana en la línea de meta del Maratón Popular de Madrid, que ha congregado a 29.000 participantes. La prueba la ha ganado el keniata Ezekiel Kiptoo Chebii, de 22 años, que la ha corrido por primera vez y que ha marcado un nuevo récord. En mujeres, se ha alzado con la victoria la etíope Alem Fikre, de 26 años.

La salida se ha hecho de manera conjunta a las nueve de la mañana en la plaza de la Cibeles. Para evitar problemas y atropellos, se ha distribuido a los corredores por diferentes cajones, en función de su número de dorsal. Media hora antes, habían empezado ya a trotar los 6.372 atletas que han optado por una prueba más corta, los 10.000 metros.

El itinerario ha sido el mismo que el año pasado. El primer reto al que se han tenido que enfrentar ha sido el prolongado paseo de la Castellana, que ha supuesto los siete primeros kilómetros. “Me los he tomado con tranquilidad y pausado porque ya me habían avisado que era una cuesta bastante prolongada”, ha relatado la atleta del club Bikila Cristina González, la primera española que ha llegado a meta. Esta gallega afincada en Valencia ha hecho el recorrido en dos horas 54 minutos y 36 segundos.

El tiempo ha acompañado a los corredores. Si la mañana estaba fresca, no ha habido mucho aire que pudiera frenar la carrera. También ha permitido que no se notarán los 20 grados que se ha registrado en algunos puntos del recorrido.

El primero en completar el recorrido ha sido Kiptoo que ha completado los 42,195 kilómetros de la mítica carrera de Maratón en dos horas nueve minutos y 15 segundos. Al término de la misma se ha mostrado “muy satisfecho” por el recorrido, al que ha calificado como “ligeramente duro”. “Me ha parecido muy entretenido. No he cometido ningún error, por lo que he podido terminar en primer lugar”, ha destacado en inglés. La última marca, la que hizo en un maratón en este caso en Lisboa, le llevó siete minutos más. Allí quedó tercero.

La etíope Fikre ha sido la primera mujer. Ha cubierto el recorrido en dos horas 32 minutos y 11 segundos. Ha llegado cansada y enseguida se ha sentado en una caseta donde ha recibido alimentos y bebidas. Enseguida se ha fundido en abrazos con otros compañeros de carrera. Eso sí, todo en su idioma original ya que no habla otro.

La mayoría de los atletas aficionados ha comenzado a llegar cuando el cronómetro rondaba las tres horas. Han sido los que más han esprintado para alcanzar la meta en un tiempo mejor que otras ediciones. Como en el caso del transportista toledano Mariano Olmeda, de 42 años, que nada más pasar por el arco final ha soltado un “increíble”. Lo ha repetido hasta en cuatro o cinco ocasiones. “Lo he corrido desde 2007, menos dos ocasiones que no pude. Mi reto estaba en bajar de tres horas y hoy por fin lo he conseguido. Y eso que al principio, en los kilómetros iniciales no me he encontrado muy a gusto”, ha reconocido con gran satisfacción. La fórmula, sencilla según él: “Me he dosificado en la carrera y he hecho un buen entrenamiento previo”, añadía.

A partir de ahí, han empezado a entrar riadas y riadas de corredores con las más diferentes vestimentas y algunos incluso disfrazados. Uno de los que se ha parado nada más superar la meta ha sido el taxista Julián Leva, de 49 años. En su camiseta se leía que cumplía las bodas de plata en el Maratón Popular de Madrid. Lleva corriéndola de manera ininterrumpida desde 1990. A eso se suman otros 25 en otras ciudades. Por tanto, doble récord. “Es una inmensa alegría. Es maravilloso verlo ahora porque tenía mucho miedo de que me diera algún calambre y no pudiera terminarlo. Encima he hecho una buena marca, con tres horas y 27 minutos”, ha afirmado este atleta que reconoce que se quita hora de sueños para poder entrenarse. “Lo he disfrutado tanto que no he tenido ningún problema”, concluía.

Uno de los que ha entrado poco antes de las cuatro horas ha sido el consejero de Presidencia, Salvador Victoria, que hoy se ha enfrentado a su segundo maratón en tres semanas. Hace 20 días compitió en el de París. En esta ocasión lo ha hecho en tres horas y 55 minutos. “La parte más dura ha sido la subida desde Goya hasta Velázquez”, ha relatado al final de la prueba.

La meta ha estado abierta hasta las tres de la tarde, seis horas después del inicio de la prueba. El SAMUR ha atendido a 145 corredores, en su mayoría por patologías leves, como rozaduras, ampollas, calambres y agotamientos, entre otras. Solo 12 han requerido ser trasladados a centros hospitalarios, según Emergencias Madrid. El pronóstico peor lo ha tenido un deportista de 43 años que al entrar en meta sufría un fuerte dolor en el pecho. Tras someterle a un electrocardiograma se le ha detectado un infarto de miocardio. Ha sido trasladado al hospital Gregorio Marañón.