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L’Alfàs del Pi inaugura la segunda sede del Club Noruego

Con una inversión de 700.000 euros se ha construido un edificio multifuncional y moderno

Nueva sede del Club Noruego en L'Alfàs.
Nueva sede del Club Noruego en L'Alfàs.

El Club Noruego Costa Blanca, que cuenta con más de 1.000 socios, inaugura este sábado su segunda sede en Alfàs del Pi. Tras cuatro años de obras y trámites, se han invertido 700.000 euros para construir un edificio multifuncional y moderno de 505 metros cuadrados y dos alturas, con salas de reuniones y salón de actos, cafetería, oficinas y dos terrazas panorámicas.

La concejal de residentes, Genovena Tent, y la presidenta del Club Noruego Costa Blanca, Bjorg Svedbergh, han visitado este viernes las nuevas instalaciones, según informa el Ayuntamiento en una nota.

Con 44 años de historia y más de 1.000 socios la sede del Club se había quedado pequeña para albergar el amplio programa de actividades que realizan, desde conferencias, charlas, reuniones o excursiones.

El Ayuntamiento de L'Alfàs ha firmado hace unas semanas un convenio con el Club para poner en marcha nuevos proyectos que "permitan propagar de manera coordinada ambas culturas". Frente a la nueva sede se divisa la escultura Paraboloide, cedida por Agustín Ibarrola, para recordar a las víctimas del atentado de Oslo.

La pequeña Europa

Ciudadanos de casi 100 nacionalidades diferentes conviven en l’Alfàs, sobresaliendo entre todos ellos el colectivo noruego. Si bien es cierto son 2.500 los empadronados se calcula viven más de 8.000.

Las cifras son contundentes y hablan por si mismas: el Club Noruego Costa Blanca se prepara para celebrar en abril su 44 aniversario y cuenta con más 1.000 socios. Pero además en l’Alfàs del Pi hay 2 centros educativos noruegos; 3 residencias noruegas para personas mayores; tienen su Iglesia propia en l’ Albir y el único Centro de Voluntariado existente fuera del país escandinavo, en Europa, se encuentra también aquí, en l’Alfàs del Pi, donde cada 17 de mayo se conmemora la fiesta nacional de Noruega, en lo que se ha convertido en una jornada singular y plena de simbolismos.

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