Puig: “¿Fabra dinamita las cajas, cierra RTVV y habla de identidad?”
El líder socialista promete financiar con 15,7 millones las sociedades musicales
"¿Cómo se puede atrever Fabra a hablar de las señas de identidad si es culpable de haber dinamitado las cajas de ahorros y haber cerrado Canal 9?", se preguntó Ximo Puig, que se mostró este lunes indignado con la actitud del presidente de la Generalitat al presionar a la Acadèmia Valenciana de la Llengua y al enarbolar la senyera frente a los partidos de la oposición.
El líder del PSPV-PSOE compareció ante los medios junto al presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), Josep Francesc Almeria, —con quien se había reunido y a quien reiteró su compromiso, en el caso de llegar a la Generalitat, de financiarlas con los 15,7 millones de euros que se acordaron en 2009 tras la aprobación unánime de la Ley Valenciana de la Música—, y fue muy duro con Fabra al criticar sus recientes manifestaciones sobre las señas de identidad.
"Desde la batalla de Almansa, lo peor que nos ha pasado ha sido acabar liquidando las cajas de ahorros, y en eso el PP tiene mucha responsabilidad", dijo Puig. “Después de haber arruinado este país”, comentó el dirigente socialista, el PP quiere “volver a taparse con la senyera en plan exclusivista” para intentar “satanizar a una parte de los valencianos”. Tras pedir que “los que están dividiendo” se vayan “a casa”, Puig añadió que el de los populares es un gobierno “del pasado”. "Nosotros queremos unir a los valencianos y defender el valenciano", concluyó, no sin criticar al jefe del Consell porque dice defender una lengua que no usa.
Puig aprovechó la presencia de los representantes de las sociedades musicales, con sus 4.000 puestos de trabajo, 40.000 músicos, 60.000 alumnos y 200.000 socios, para reivindicarlas como una seña de identidad de verdad. “Si hay cosas que nos identifican son las sociedades musicales”, comentó, antes de resaltar el papel que juegan las bandas de música “por la cultura, por la convivencia y por la formación”.
“¿Qué mejor embajada de la Comunidad Valenciana que las bandas de música?”, se preguntó Puig, que expresó su compromiso de asumir en un futuro “programa de gobierno” la realidad de las sociedades musicales. Tras recordar que “han sido víctimas de los recortes y de los impagos”, anunció que los socialistas, como han hecho sin éxito en años anteriores, seguirán presentando enmiendas a los presupuestos de la Generalitat para que se cumpla la reivindicación de las sociedades musicales.
El presidente de la FSMCV, Josep Francesc Almeria, recordó que los 15,7 millones de euros que reclama van dirigidos a las escuelas de música y las sociedades musicales y que han sido “rechazados por el PP y apoyados por otros partidos, entre ellos el PSPV”. Hace dos años, su organización acordó con Serafín Castellano acceder a una dotación de solo 6,4 millones “y aplazar las exigencias hasta 2014”. Por ello, ahora que en los presupuestos de 2014 tampoco se ha contemplado, reiteró la demanda. Almeria recordó el esfuerzo frustrado, pese a la entrveista mantenida con el ministro José Ignacio Wert y la consejera María José Català, por conseguir que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) incluyera la música como asignatura obligatoria, aunque se haya avanzado en su consideración dentro de las materias autonómicas fuera de la troncalidad.
El presidente de la FSMCV aludió al proyecto “música contra el fracaso escolar” que promueve la federación, y pidió una adecuada “interlocución institucional” para que se puedan hacer “políticas a medio y largo plazo” en el ámbito de la música y su enseñanza. Políticas públicas, diálogo y planificación son las demandas de las sociedades musicales, que se preparan a celebrar un congreso general en 2015 en el que pretenden dar impulso a sus propuestas.
Almeria acabó su intervención abogando por que no sea necesario explicar qué razones tienen las sociedades musicales para que las competencias en esa materia pasen a los departamentos de Educación, en lo que se refiere a la escuelas de música, y de Cultura, por lo que afecta a las bandas, en lugar de seguir, como ocurre actualmente, en la Consejería de Gobernación y Justicia.
El presidente apoya la labor de Català y la de Castellano
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, sigue dándole vueltas a cómo resolver el conflicto en el que se ha metido tras arremeter contra la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) por definir en su nuevo diccionario el valenciano según los postulados de la romanística internacional.
Ayer Fabra se las arregló para apoyar, a la vez, a su consejera de Educación, María José Català, y al secretario general del PP y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, que mantienen posturas divergentes. La primera intenta evitar el conflicto, mientras que el segundo se dedica a alentarlo.
“Respaldo totalmente la labor de la consejera”, aseguró Fabra cuando se le interpeló por la gestión que ha hecho Català del conflicto con la Acadèmia. Sin embargo, cuando se le interpeló por la actitud que adoptará cuando el Consell Jurídic Consultiu presente el dictamen que le ha solicitado el Consell sobre la competencia de la Acadèmia para definir “valenciano”, Fabra afirmó: “Vamos a ser prudentes y pacientes y cuando esté ese informe es cuando contestaré a lo que haremos después [con la Acadèmia]”.
Una manifestación con la que respaldó la posición de Castellano y se alejó de las manifestaciones realizadas el pasado viernes por el vicepresidente y portavoz del Consell. José Ciscar aseguró que el Gobierno valenciano asumiría el dictamen del Consell Jurídic Consultiu fuese el que fuese.
Ante las críticas vertidas por la oposición este fin de semana, Castellano publicó una nota en la que condenaba todo tipo de coacciones, “vengan de donde vengan”, a propósito de las pintadas contra la Acadèmia y el presidente Ramón Ferrer en el domicilio particular de este.
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