Alcorcón inicia la recogida de basuras tras 14 días de huelga

Dos semanas y una fuerte presencia policial. Eso es lo que ha necesitado el Ayuntamiento de Alcorcón (168.000 habitantes) para limpiar las calles de la localidad de los millones de bolsas de basura que se acumulaban en las islas ecológicas. Los trabajadores de la empresa pública Tragsa comenzaron a retirar los residuos almacenados. Mientras, el alcalde, David Pérez (PP), cifró en unos 200.000 euros el montante de los destrozos que se acumulan ya desde el inicio de la huelga, el pasado 21 de enero.

El Ayuntamiento intentó el jueves pasado que los empleados de Tragsa asearan el municipio tras recibir dos informes de la Concejalía de Sanidad en la que alertaba del riesgo grave contra la salud por la acumulación de tanto desperdicio. De poco le sirvieron. Los empleados de la Empresa Municipal de Servicios de Alcorcón (Esmasa), encargada de la recogida de la basura, impidieron a los trabajadores de Tragsa que efectuaran su trabajo. “Hoy la basura no se recoge en Alcorcón”, chillaban ante una escasa presencia policial. A las ocho de la tarde, se disolvió el dispositivo de limpieza.

El envite del alcalde le había salido. Mientras, miles y miles de bolsas de basura se acumulaban en las calles a falta de medidas urgentes para solventarlos. La acumulación era tal que en algunas aceras era imposible pasar. Eso sí, el Consistorio contó con un aliado estacional. El frío impidió que los olores y la putrefacción de los desperdicios fuera mayor.

A las nueve de la mañana de ayer los empleados de Tragsa y los servicios mínimos (fijados en el 50%) iniciaron las labores de recogida de las bolsas. Empezaron por el barrio de Parque Oeste. En esta ocasión, la policía cortó las calles e impidió que se acercara nadie ajeno a la limpieza. Según datos del alcalde, se limpiaron 30 isletas ecológicas, en las que se acumulaban 200 toneladas de basura.

El consejero Victoria acusa a los sindicatos de auspiciar la violencia

David Pérez, que tachó de “política” la huelga, calificó de “irresponsabilidad” el mantener los paros después de tantos días y pese a que los vecinos de Alcorcón están en contra de los mismos: “La población está harta del chantaje de unos señores que quieren impedir que se limpie la ciudad, cuando ya se dijo que el convenio con Ecovidrio no iba a significar ningún despido ni rebaja salarial”.

Los empleados de Esmasa decidieron ayer en asamblea seguir con la huelga. También respondieron al primer edil alcorconero. Le recordaron que no piensan cesar en sus protestas hasta que les garantice por escrito que no piensa externalizar ninguno de los servicios que efectúa la empresa municipal. Los sindicatos convocantes exigieron que quedara “por escrito” la garantía de que Esmasa “no se va a disolver”. Ese es el principal temor de los empleados municipales, que ven el acuerdo con el organismo sin ánimo de lucro Ecovidrio como el primer paso para desmantelarla.

Mientras, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 5 de Alcorcón, que estaba ayer de guardia, puso en libertad a los 13 detenidos adultos (hubo dos menores) por la policía el pasado sábado tras los disturbios registrados al final de una manifestación a favor de los empleados de Esmasa y contra el despido de trabajadores municipales.

Los imputados (11 varones y dos mujeres) están acusados de los delitos de atentado a agente de la autoridad, desobediencia, daños, lesiones y desórdenes públicos. El juzgado nº 5 de Alcorcón, que lleva la causa, prosigue con la investigación.

Tomás Gómez dice que David Pérez utiliza “la técnica del calamar”

La basura de Alcorcón se convirtió ayer en un tema de polémica entre los políticos regionales. El consejero de Presidencia y portavoz regional, Salvador Victoria, afirmó que “no se puede consentir que haya sindicatos que estén auspiciando la violencia en las calles de Alcorcón”. “No se puede tolerar que haya personas que al albur de estas reivindicaciones, que pueden ser legítimas, aprovechen la huelga para causar daños en el mobiliario urbano y en los negocios y causen desórdenes públicos”, añadió.

La respuesta le llegó por parte del secretario general del PSM, Tomás Gómez, que acusó a David Pérez de utilizar la “técnica del calamar” e “intentar distraer la atención de un proceso brutal de privatización de servicios". Según Gómez, “los trabajadores se están defendiendo y van a ganar su reivindicación” al igual que ya lo hicieron los trabajadores de limpieza viaria y jardinería de Madrid.