El alcalde de Ourense pide al PSdeG que estudie medidas contra sus ediles

“María Devesa y Susana Bayo no fueron apartadas y por lo tanto son miembros de la junta de gobierno”. Así de tajante se ha mostrado el alcalde de Ourense tras el plante protagonizado ayer por los cinco concejales de su gobierno, que no asistieron ni a la última reunión de grupo socialista ni a la última junta de gobierno. El regidor desmiente a dos de las edilas pachistas –afines a Pachi Vázquez– que presentaron su dimisión entregando un escrito en alcaldía el pasado lunes. “Me corresponde a mi nombrar o apartar a los miembros de la junta de gobierno y en su momento tomaré la decisión” ha explicado Agustín Fernández, que ha sugerido nuevas medidas disciplinarias contra los díscolos. “En mi opinión está claro que hay un incumplimiento de sus obligaciones que tendremos que valorar siempre y cuando no haya una causa justificada” ha matizado, para asegurar a continuación que “yo tomaré las decisiones en el ámbito municipal”. Además espera que la ejecutiva gallega valore lo sucedido tras “los acuerdos que todos nos autoimpusimos y que aprobamos por unanimidad”.

La dirección del PSdeG aseguró ayer por la noche a Europa Press que estudiará el nuevo plante, advirtiendo que “quien se desvió de lo pactado tendrá que asumir la responsabilidad”. Fernández ha pedido “unos días” para analizar los escritos de dimisión presentados por las dos concejalas, en los que solicitan su baja de este órgano municipal por miedo a incurrir en supuestas “ilegalidades” o “problemas judiciales” por órdenes impuestas por el regidor. La secretaria de Organización del PSdeG en Ourense, María Quintas, consultada por este diario, asegura que “no hay ningún reglamento del funcionamiento del Concello de Ourense ni punto alguno en los estatutos del PSOE que obliguen a asistir a todas las reuniones de grupo”. “Los estatutos vigentes aclaran en su punto 16 que solo están obligados a las reuniones preparatorias de plenos ordinarios y extraordinarios y este no era el caso” matiza. Sin embargo, fuentes de la dirección gallega aseguraron ayer que estas ausencias puede ser consideradas como una falta “grave o muy grave” según esos mismos estatutos.

Bayo y Devesa enviaron al regidor un correo electrónico explicando que tenían trabajo en sus respectivas concejalías por lo que no podían asistir a la reunión de grupo. Mónica Vázquez, que no tiene dedicación exclusiva y es procuradora, alegó compromisos laborales en los juzgados que le impedían asistir a las dos reuniones. Y mientras la pelea sigue cada día más viva, el mandatario ourensano ha reducido hoy a “asuntos menores que iremos solucionando” la reyerta familiar que divide al Gobierno local socialista desde hace más de un mes.

Apoyo a los díscolos

En medio del duro enfrentamiento político, una veintena de asociaciones vecinales de la ciudad de Ourense han enviado un comunicado en el que manifiestan su “apoyo” a los cinco concejales críticos con el alcalde porque “son los que están más próximos a los vecinos, atienden nuestras demandas y visitan nuestros barrios”. En el comunicado, con el que aseguran no pretenden inmiscuirse en los problemas internos del PSdeG, también reclaman la “devolución de las competencias” a Antonio Rodríguez Penín, el edil destituido fulminantemente por el regidor tras el primer plante. “Lo consideramos imprescindible” llegan a asegurar en el escrito hecho público.