Torrevieja y Orihuela pagan la inacción del Consell y Diputación con las basuras
Los residuos de La Vega Baja se llevarán a Crevillent y Xixona por más dinero
Torrevieja y Orihuela pagarán el desbarajuste de la gestión de las basuras de La Vega Baja, de la que se desmarcaron en septiembre la Diputación alicantina y la Generalitat en favor de la UTE Cespa-Ortiz, adjudicataria del servicio.
La Administración dio hasta ayer a la firma para plantear una solución transitoria para la gestión de las 250.000 toneladas de residuos que genera La Vega Baja. Y la solución no gusta a las dos poblaciones más grandes de esta comarca de medio millón de personas: Orihuela, que hasta ahora trataba sus basuras en Crevillent, deberá desviar hasta 35.800 toneladas a Xixona. Solo el tratamiento de la basura le costará a partir de ahora un mínimo de 143.000 euros más, sin contar el aumento de personal y gasolina.
Torrevieja, que vertía la totalidad de sus residuos en la localidad murciana de Abanilla (a 60 kilómetros) deberá llevar 25.000 toneladas a Xixona y 44.000 a Villena, cada una a más de 90 kilómetros de la localidad.
“Es un coste inasumible”, dijo el alcalde oriolano de Los Verdes, Monserrate Guillén. El primer edil cargó contra el consorcio comarcal, (formado en un 60% por los Ayuntamientos (mayoría del PP), un 15% por la Diputación y un 25% por la Consejería de Medio Ambiente) “por callar” ante los designios de la Generalitat y delegar en una empresa un tema tan importante. El portavoz municipal torrevejense y diputado provincial del PP, Joaquín Albaladejo, se mostró “cauto” hasta tener notificación oficial, pero apuntó que así “el consorcio no cumpliría su propia normativa” al superar el máximo de distancia entre la localidad de origen y la planta de tratamiento.
El alcalde socialista de Xixona, Ferran Verdú, que recibirá unas 60.000 toneladas, insistió en que por ley deberían ir a Crevillent. Precisamente fue la planta de esta localidad la que en septiembre no pudo hacer frente a toda la basura que le llegaba.
El consorcio señaló que la solución transitoria busca “no dañar a los municipios más pequeños” de los 28 adscritos, que verterán Elche y Crevillent.
