Sin ruido pero con furia
Headbirds, Refree, Lee Ranaldo & The Dust y Standstill cierran el festival en el Espai Rambleta
Ahora mismo, el principal problema de Lee Ranaldo puede que se llame Between The Times and The Tides. Y la persistencia en la exposición de su inferior secuela, después de haber paseado las bondades de aquel espléndido álbum en conciertos como el que ofreció en el pasado Tanned Tin de Castellón, no hace más que agravar el problema. Las canciones perdurables son aquellas que desenvuelven sus encantos con la misma solvencia en versión desenchufada o en formato eléctrico, y aquellos dos conciertos lo certificaron. Sin embargo, lo de anoche en el Espai Rambleta, y está feo decirlo por tratarse de quien se trata, acabó invitando al bostezo. Al menos para quien hubiera mantenido hasta entonces las expectativas altas.
Su indie rock con pedigrí sonó tan musculoso como siempre, siempre fibrilado por esos desarrollos de guitarra marca de la casa. Acrisolado además por la oblicua vis melódica con la que el neoyorquino se ha destapado desde que Sonic Youth se dieran el finiquito. Pero su irreprochable despliegue sonó algo carente de alma. Quizá se ese algo indefinible que separa lo meramente solvente de lo memorable (y eso que las condiciones-el auditorio de La Rambleta- eran de lo más propensas), o puede que simplemente sea una cuestión de que sus nuevas canciones, al margen de que no busquen la transgresión (que tampoco es indispensable para frecuentar la excelencia) no promedian por encima de un plano más bien discreto. Porque el oficio es algo que no se le discute.
Primavera Sound Touring Party
Segunda y última jornada. Headbirds, Refree, Lee Ranaldo & The Dust y Standstill. Espai Rambleta. Valencia, viernes 29 de noviembre de 2013.
Y el caso es que la noche, en contraposición a la jornada anterior, ya se había electrificado antes con el rotundo pase de Refree. Su comandante en jefe Raül Fernández pilotó en directo una maniobra que recupera la caligrafía rockista que ya había transitado hace mucho tiempo (en Corn Flakes o Romodance), pero asumiendo el bagaje propio de un tipo que ha asumido en la última década esquemas más tradicionales, propios (en gran medida) de la tradición de los cantautores mediterráneos al uso, esa que nos retrotrae hasta los años 70. Y precisamente en esa década escarban algunos de los argumentos de su nuevo álbum, con una fiereza en su ejecución (y en sus letras) que, contemporánea a rabiar, se antoja como muy necesaria dado el clima de abierta hostilidad institucional en el que nos vemos sumidos día sí, día también. Espléndido concierto.
Dando inicio y fin a la noche, Headbirds y Standstill. El primero es Daniel Guijarro, quien se marcó una sesión de electrónica sutil, con house refinado y drum’n’bass amable entre sus hierbas, tal que si el reloj se hubiera quedado atascado en 1998, pongamos por caso. Los segundos no necesitan presentación, e incidieron en los mismos argumentos de rock ampulosamente ambicioso que ya han venido desgranando en los últimos meses, en un sinfín de festivales, en el mismo recinto o en otros similares de la ciudad (como el Teatre El Musical). Esta vez, sin proyecciones.
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