El latido de la juventud sónica llega a Valencia

Se cumplen justo ahora dos años de la noticia: Thurston Moore y Kim Gordon, el matrimonio que capitaneaba Sonic Youth, se separaban. Con el fin de su relación marital se anunciaba de facto el fin de la banda, ya que el compromiso vital y ético que ambos encarnaban desde casi tres décadas antes difícilmente se antojaba prorrogable ante este nuevo escenario. El noise rock, cuyos más imponentes pináculos ellos se encargaron de levantar a lo largo de una carrera absolutamente ejemplar, se quedaba huérfano (no es género que entienda de Fleetwood Macs, por aquello de las parejas rotas), y el futuro se presentaba incierto.

Desde entonces, sus miembros no han tardado en editar nuevas entregas, cada uno por su lado. Y quizá el más prolífico, amén del que mayor proyección puede tener (por la mayor accesibilidad de su propuesta) es el guitarrista Lee Ranaldo, que se está destapando en algo así como el George Harrison de los neoyorquinos. El culto a la banda ha seguido creciendo (precisamente se presenta estos días el libro Estragos de una juventud sónica, biografía escrita por el periodista Ignacio Julià, uno de los mayores especialistas en la materia, quien ya publicó una monografía en inglés hace años), Thurston Moore ha despachado un álbum a nombre de Chelsea Light Moving, su nueva banda, y Kim Gordon ha editado hace poco el debut de su proyecto Body/Head. Pero si ambos exhiben un cariz ciertamente experimental, que no es ajeno a gran parte de su trayectoria previa, es Lee Ranaldo quien está esgrimiendo una inclinación pop más reconocible. Y también más prolífica: Last Night On Earth es su segundo álbum en apenas año y medio, tras aquel debut (Between The Times And The Tides) que defendió con tanto oficio por partida doble en el Tanned Tin castellonense, en febrero pasado, en dos extraordinarios pases.

Le acompañarán esta noche en el Espai Rambleta los mismos músicos que en aquella ocasión, los miembros de los llamados The Dust, el guitarrista Alan Licht, el bajista Tim Luntzell y el propio batería de su banda matriz, Steve Shelley. Es decir, en la práctica, la mitad del ya legendario cuarteto neoyorquino. La última vez que ambos pisaron un escenario en Valencia fue con ocasión de aquella imborrable colaboración entre Sonic Youth y Enrique Morente, hace ocho años en el extinto Greenspace, y cabe decir que la cita de esta noche se presenta también con visos de permanecer en la memoria local por un buen tiempo. Es, sin duda, lo más destacado de un mini festival que ayer comenzó con Extraperlo o Svper como principales reclamos, y que ofertará esta noche una triple participación catalana (barriendo para casa, por algo el Primavera Sound se celebra en Barcelona e inaugura sello) para secundar a Ranaldo: la experimentación electrónica de Headbirds, el nuevo giro al rock de Refree y la grandilocuencia arty de Standstill.