Fabra se niega a asumir su fracaso en RTVV y culpa a la oposición

El problema es que el comité de empresa ganó en los tribunales el conflicto laboral. Los trabajadores debieron evitar recurrir un ERE ilegal para que Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) fuera viable. El cierre es consecuencia de que la oposición se dedicó a “torpedear” el futuro de la cadena autonómica. Y el Grupo Popular, contra cualquier especulación, apoyará “unánimemente” la decisión de cerrar el servicio público por “responsabilidad”.

Los argumentos del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en la sesión de control de este jueves en las Cortes Valencianas, fueron más allá, incluso, de los que utilizó el miércoles el vicepresidente, José Ciscar. Con una salvedad. Fabra evitó descargar toda la responsabilidad de la anulación del ERE sobre la exdirectora general, Rosa Vidal, por repescar a 186 trabajadores en plena ejecución del despido colectivo. En eso se distanció, aunque fuera por omisión, de su vicepresidente.

Fabra culpó a la oposición de “aferrarse a la pancarta” para criticar a su Gobierno. A las exigencias de PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) de que negocie y busque una salida que evite la clausura de RTVV, respondió que son los partidos de izquierda y los sindicatos los que impidieron una radiotelevisión pública “viable y sostenible” al no apoyar un expediente de regulación de empleo (ERE) que el Tribunal Superior de Justicia valenciano declaró ilegal la semana pasada por vulnerar derechos fundamentales.

Morera dice que la clausura tendrá un impacto de 500 millones en el PIB

“Ustedes decretaron la muerte” de RTVV “hace mucho tiempo”, le dijo el jefe del Consell al portavoz socialista, Antonio Torres. “Lo único que hicieron fue torpedear a RTVV, denigrarla y hacer que fuera una televisión que no se viera”, sostuvo. Y se aferró al discurso de que su Gobierno y el PP dan prioridad a los servicios sociales sin asumir responsabilidad alguna en la debacle económica del ente público, en los casos de corrupción o en la “manipulación masiva” de la radiotelevisión pública que le reprochó la oposición.

Ni Fabra ni Ciscar, que le sustituyó en el turno de repreguntas, respondieron por qué ha habido cuatro directores generales en menos de dos años al frente de RTVV, como le preguntó el diputado del PSPV-PSOE Josep Moreno, o cuál será el efecto en el PIB del desmantelamiento del sector audiovisual valenciano que el cierre de la cadena provocará, sobre lo que le interrogó la diputada de Compromís Mireia Mollà. A las reiteradas apelaciones a sentarse a negociar, Fabra respondió que “una sentencia no se negocia”. Aunque Ciscar, en una de las repreguntas, deslizó que el Consell “no tiene problemas para reunirse con nadie”.

"La nulidad del ERE no implica un cierre de RTVV, lo que pone de manifiesto es que su Gobierno ha hecho las cosas rematadamente mal", respondido el socialista Torres al presidente y calificó de “poca vergüenza” que Fabra insista en que es necesario desmantelar RTVV para seguir construyendo hospitales y colegios. Torres enfatizó que “nadie” ha asumido responsabilidades políticas. “Es usted un auténtico peligro para el autogobierno”, sentenció.

Sanz: El cierre “raya la prevaricación propia de la delincuencia política”

El portavoz de Compromís, Enric Morera, acusó al presidente de dar “un golpe de Estado mediático” y de no calibrar el impacto económico y social de su decisión. “Cerrar RTVV es de cobardes”, afirmó el portavoz de Compromís, que añadió que “la decisión no es económica, sino una irresponsabilidad supina”, dado que el impacto sobre el PIB será de unos 500 millones de euros.

“Su decisión raya la prevaricación propia de la delincuencia política”, le dijo al presidente la portavoz de EUPV, Marga Sanz, que le comparó con Nerón por echar la culpa a otros de sus fracasos. Sanz recordó la manipulación y la corrupción y el “boquete” de 1.200 millones de deuda en RTVV. “Es su Gobierno el que debe liquidarse y es su Gobierno el que debe fundirse a negro”, concluyó.