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ELECCIONES EN EL PSdeG

Besteiro asume el liderazgo socialista rompiendo con el legado de Vázquez

“Vuelve el PSdeG”, proclama el nuevo secretario general P La dirección integra a seis alcaldes, con la laboralista Pilar Cancela de ‘número dos’

“Se acabaron las divisiones, las etiquetas, no hay complejos en este partido. Hoy es el día de pasar página”. “Vuelve el PSdeG y lo hace para quedarse”. Con altisonantes proclamas anunció el recién investido líder del socialismo gallego, el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, la llegada de nuevos tiempos al partido. Fue después de que los delegados al congreso pasasen por las urnas (520 votos a favor y 29 en blanco, el 95%) a ratificar lo que la militancia ya había decidido en las elecciones primarias experimentales del pasado 7 de septiembre.

 La nueva era la ilustra una foto inédita en el PSdeG: todos los que fueron secretarios generales y los dos presidentes socialistas que tuvo la Xunta, juntos sobre el estrado aplaudiendo al nuevo líder. Fernando González Laxe, Emilio Pérez Touriño, Francisco Vázquez, Antolín Sánchez Presedo e incluso los primeros que tuvo el partido desde la Transición: José Luis Rodríguez Pardo y Antonio Rodríguez. La escenografía, preparada al detalle ayer en el Auditorio de Galicia, en Santiago, hizo ver que además de las bases, Besteiro tiene de su lado a la historia del PSdeG. El álbum de la “unidad” socialista que ansía lo completó otra foto: la de su rival en las primarias, Manel Vázquez, alcalde de A Illa de Arousa, presidiendo el congreso extraordinario. Las cicatrices de la pugna interna de las últimas semanas, si las hubo, parecen curadas.

La estrategia del debutante para coser el partido, muy debilitado por la guerra de guerrillas que estalló tras la derrota del Gobierno bipartito de la Xunta en 2009, incluyó peticiones veladas para que los distintos bandos entreguen las armas: “Dejemos de un lado el resentimiento y pongamos pasión y alegría en el reto que tenemos por delante”. Y alguna crítica indirecta también a su antecesor, Pachi Vázquez: “La renovación del PSdeG no puede tener otro objeto que volver a ser útil a la sociedad gallega”. Añadió, no obstante, Besteiro la habitual coletilla en los discursos políticos de los que llegan de respeto a sus antecesores: “Quiero agradecer su labor [la de Vázquez] en la secretaría general durante estos últimos años”.

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Tanto como las llamadas a la reconciliación de la familia socialista pesaron en el discurso del estreno de Besteiro aceradas críticas al PP gallego y a su presidente, Alberto Núñez Feijóo. Se refirió a él como representante de la “derecha más dura e insensible de los últimos 30 años, esa derecha a la que le da igual que los mejores años para Feijóo sean los peores años de los gallegos”. “Lo único que crece con ellos es el paro, la deuda y los jóvenes que se tienen que buscar la vida fuera”, proclamó para arrancar el aplauso de la platea.

Besteiro —próximo a cumplir 46 años— aprovechó para reivindicar, en presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, la “tercera generación del PSOE”: la que llega después de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero en España, y de González Laxe y Touriño en Galicia, “para restituir el legado socialista e impulsar los cambios que el Estado y Galicia necesitan”. Sobre el futuro que espera a su organización en el Parlamento insinuó que el plan pasa por buscar una tercera vía entre “la fría derecha que gobierna Galicia” y la oposición sin cuartel de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y BNG. “Mientras unos hablan de soberanía y otros de reducir diputados, nosotros atenderemos los problemas reales de Galicia”, señaló el nuevo líder, que gobierna la Diputación de Lugo en coalición con el BNG.

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Tras las palabras (por la mañana) no tardaron en llegar los hechos (a media tarde) en la lista de la nueva dirección de los socialistas gallegos, que se reduce (de 46 a 29 miembros) y en la que solo repiten tres dirigentes: el alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño; el lucense Luís Angel Lago Lage (dimitido de la anterior ejecutiva) y el pontevedrés Luis Gómez Piña. La Secretaría de Organización, que de hecho supone el puesto de número dos del partido, es para Pilar Cancela, una mujer muy cercana al eterno hombre del aparato, el exconselleiro de Traballo Ricardo Varela. Cancela fue directora general de Relacións Laborais en el bipartito con Varela, época en la que se afilió al PSdeG. Antes había desempeñado ese mismo cargo durante unos meses en la Xunta de Fraga, al que ascendió desde su condición de funcionaria. Nada más cerrarse el cónclave y a preguntas de la prensa, aclaró que es “de izquierdas por convicción desde pequeña” y que nunca había militado en ninguna otra formación que no fuera al PSOE, hasta que en 2005 recibió la llamada del expresidente Touriño para incorporarse a su Gobierno.

El nuevo organigrama delata una ruptura prácticamente total con la etapa anterior del PSdeG. Fuentes del partido aseguran que entre los fieles a Pachi Vázquez solo está el alcalde de Ribadavia, Marcos Blanco, y una concejal de su pueblo, O Carballiño, Yolanda Otero, Tampoco el anterior secretario de Organización, Pablo García, cuenta con afines en la cúpula. El llamado sector crítico, por el contrario, sí consigue varios asientos, entre ellos el exalcalde de Fene Iván Puentes; el coruñés Pedro Armas, hombre de confianza de Mar Barcón en la ciudad de A Coruña, o Eva Martínez Montero, muy cercana a la diputada ferrolana Beatriz Sestayo.

Esos nombramientos tienen efectos secundarios en la provincia, donde el sector del secretario provincial del partido, el exministro Francisco Caamaño —miembro nato de la ejecutiva, como el resto de líderes provinciales— queda debilitado por la entrada en la dirección de dos de los rivales a los que derrotó en el último congreso provincial: el propio Iván Puentes y Valentín Formoso, que será el número tres del partido desde la secretaría de Política Municipal. Formoso ya se perfiló como un estrecho colaborador del nuevo líder durante las conversaciones previas al congreso.

El giro municipalista que pregona Besteiro se plasma en la entrada de seis alcaldes en la nueva dirección (además de los de As Pontes, Ribadavia y Dumbría, están el de Ourense, Agustín Fernández; el de Oroso, Manuel Mirás, y el de Entrimo, Ramón Alonso) y al concejal en Vigo David Regades, antes jefe de gabinete de Abel Caballero, quien domina la mayor agrupación de Galicia y que, pese a las dudas, también se presentó ayer en el Auditorio de Galicia. Solo incluye a un diputado en el Congreso, Guillermo Meijón, y a otro autonómico, Vicente Docasar, ambos del sector de la educación pública.

A la hora de la votación, la primera ejecutiva de Besteiro recibió el apoyo de 333 delegados, el 68%, 17 puntos porcentuales menos del respaldo cosechado por el nuevo secretario general. 150 compromisarios votaron en blanco y evidenciaron que los primeros nombramientos resquebrajan la unanimidad que había avalado a Besteiro durante su proclamación triunfal en la mañana. Los dirigentes consultados apuntan a que algunos sectores que se consideran maltratados en el reparto de puestos decidieron dar un toque de atención con las papeletas en blanco.

El PSdeG deja en el aire la elección de portavoz parlamentario. Dirigentes consultados sostienen que la opción más factible es pedir la continuidad de Abel Losada. Antes tendrían que convencerlo porque el dirigente vigués ha manifestado muchas veces y en diferentes órganos del partido su intención de abandonar la silla. Entre los candidatos a asumir la portavocía en el hemiciclo figura todavía el propio Caamaño aunque algunos colaboradores de Besteiro lo descartan para evitar una bicefalia y para no conceder el principal altavoz mediático a un hipotético rival en las primarias que aún deben designar candidato a la Xunta. Esa es la primera patata caliente que debe resolver el remozado PSdeG, que esta tarde se estrena con la primera reunión de su Ejecutiva. Y el tiempo apremia porque Feijóo ha fijado para dentro de dos semanas el debate del Estado de la Autonomía, que arranca el próximo 15 de octubre.

Tras doce horas de cónclave, en las que hubo tiempo para sonar la Internacional y el himno gallego, el secretario general se disponía anoche a telefonear a los líderes del resto de partidos para presentarse. El Partido Popular ya se había apresurado a saludarlo con un comunicado de prensa -difundido cuando aún no había terminado el congreso socialista- y en el que reclama “un cambio en la forma de hacer oposición que es muy necesario para ese partido y para Galicia”.

 

Pachi Vázquez sugiere que el nuevo líder sea candidato

J. P.

Más que un balance de sus cuatro años de mandato, la despedida de Pachi Vázquez fue un alegato para defender el ensayo de primarias que el PSOE ha llevado a cabo en Galicia y que ha aupado a Besteiro. E incluyó la petición al líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que la fórmula se extienda al resto de España. Vázquez lo reclamó abiertamente al secretario general del PSOE: “Le pido al partido que en la conferencia de noviembre abra el debate para toda España y que abramos las puertas a la militancia para participar en procesos como este, en el que Galicia acaba de demostrar que no pasa nada”.

En ese momento, Rubalcaba aún no había aterrizado en Santiago y cuando lo hizo, despachó la cuestión animando al PSdeG a plantear el debate (no llegó a citar la palabra primarias) en la “reflexión conjunta” que los socialistas realizarán durante la próxima conferencia política para redefinir el PSOE El último discurso del secretario general saliente comprometió su “lealtad al partido” para “seguir trabajando por Galicia” sin aclarar su destino, aunque pocos en el PSdeG dudan de que mantendrá su escaño autonómico y su capacidad de influencia en la provincia de Ourense, que sigue controlando.

Con su tono de siempre, admitiendo que “unas cosas se hicieron mejor y otras peor”, aseguró “haberlo dado todo” por el partido y no olvidó felicitar a los dos contendientes en las primarias: el alcalde de A Illa, Manel Vázquez, y el propio Besteiro. Pachi Vázquez dio a entender que su sucesor no solo deberá dirigir el partido sino también ser el futuro candidato a la Xunta, algo que, según los estatutos, aún deben decidir las bases en otro proceso de primarias, este sí ya previsto en la normativa interna. Así lo dijo en sus últimas palabras como líder del PSdeG, en las que trasladó la idea de que ha hecho historia: “Por primera vez en más de 100 años conseguimos que la militancia elija al secretario general y ese caudal de confianza debe servir para que no solo seas un secretario general sino para conseguir que seas el presidente de la Xunta para transformar este país”.

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