Navarro convoca al consejo nacional para acallar a los críticos
La Declaración de Granada acrecienta la división interna en el PSC sobre la vinculación que han de tener los socialistas catalanes con el PSOE
La propuesta de reforma federal que aprobó el PSOE el sábado en Granada con el entusiasmo del PSC ha reabierto las críticas a la dirección y la división entre los socialistas catalanes. Seguramente con la intención de cerrar filas, el primer secretario, Pere Navarro, ha convocado para el domingo un consejo nacional extraordinario, el máximo órgano entre congresos.
“Parece que van a soltar a los perros”, confesaba ayer con acidez un dirigente socialista encuadrado en el sector crítico que ha participado en los dos movimientos de desmarque que se han producido esta semana: la presentación de la corriente de opinión Agrupament Socialista de Catalunya y un manifiesto de diversos cuadros que denuncia “los pasos insuficientes y las ausencias relevantes” de la llamada Declaración de Granada.
El consejo nacional del PSC está integrado por casi 400 personas, la mayoría afines al aparato y poco sensibles a las críticas del llamado sector catalanista. En ese órgano del partido se guardan las formas mucho menos que en una ejecutiva, con poco más de 30 integrantes y donde el tono es más pausado. De ahí los temores de ese dirigente crítico a ser “mordidos” por dirigentes de las agrupaciones y las federaciones.
El consejo nacional del domingo se prevé que respalde de manera mayoritaria la propuesta de reforma constitucional
Antonio Balmón, número dos del PSC, admite el rechazo que provocan los sectores críticos y les acusa de “no guardar las formas ni aceptar la correlación de fuerzas”. Balmón explica que “hay mucha gente cabreada con ellos pero yo confío en que el consejo nacional no sea para canear a nadie sino para discutir la Declaración de Granada".
El consejo nacional se convocó la tarde del pasado martes, casualmente al poco tiempo de que se hiciera público el manifiesto crítico en el que pedía que el socialismo catalán “defienda con total autonomía su proyecto de articulación territorial del Estado” al margen de lo que acuerde el PSOE. También se advertía que “el margen de tiempo para que llegue de España una propuesta aceptable para una mayoría del pueblo de Cataluña es cada vez más corto”.
Entre los firmantes figuran los exconsejeros Joaquim nadal, Montserrat Tura o Joan Manuel del Pozo; los ex diputados Laia Bonet, Daniel Font o Consol Prados; el diputado Joan Ignasi Elena, la eurodiputada Maria Badía o el jefe de la oposición municipal de Barcelona, Jordi Martí.
Frente a esas críticas, en el consejo nacional del domingo se prevé que respalde de manera mayoritaria la propuesta de reforma constitucional del PSOE y, en su caso, el nuevo protocolo de relaciones entre el socialismo español y catalán que ultiman ambas direcciones. Si finalmenmte hay acuerdo, el comité federal del PSOE lo podría ratificar este mismo sábado.
Y si no fuera bastante, el PSC ha convocado a su ejecutiva para el lunes, algo inusual tras un consejo nacional. Allí volverá a escenificarse la división que vive el socialismo catalán.
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