Esplendor en el tapiz lavado

La diferencia es notoria. Y sólo se ha sometido a un concienzudo baño de agua desmineralizada. Pero el tapiz, de más de 24 metros cuadrados, ya ha recobrado parte del fulgor de la escuela flamenca de la que salieron a principios del siglo XVI, durante la edad dorada de este apreciado y costoso arte. Se nota mucho la diferencia, porque al lado de éste cuelga otro paño a la espera de su baño. Está sucio y apenas se distinguen los dibujos. Ambos forman parte del valioso conjunto de seis tapices del Real Colegio del Patriarca de Valencia y se están restaurando en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, gracias a la financiación de la Fundación Iberdrola.

Los trabajos se prolongarán al menos dos años pero la limpieza de uno de ellos ha sacado a la luz la “maravillosa sutileza de su manufactura, no sólo por el color, sino también como están ligados los hilos, lo que confiere una calidad muy especial”, apunta Isabel Fernández, responsable de restauración de esta fábrica especializada, fundada en el siglo XVIII por Felipe V para recuperar los paños reales que ya no cuidarían las tejedoras flamencas tras el fin de la Guerra de Secesión.

Mientras ella explica los pormenores de un trabajo que se mide en meses y años, cuatro mujeres van remendando en silencio otro de los tapices, quitando todos los añadidos de las numerosas intervenciones a las que se han sometido a través del tiempo. Un tercer tapiz está siendo lavado con productos naturales como la saponina en una enorme cubeta con una plataforma móvil en la que varios trabajadores van masajeando la tela extendida para quitar la suciedad incrustada a través de los siglos. Isabel Fernández no lo afirma, pero es factible que los paños nunca se hubieran lavado con anterioridad. La restauradora muestra un gran bote lleno de partículas de polvo y suciedad que se han extraido de uno de los tapices al presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y su homónimo de la Fundación Iberdrola, Manuel Marín, entre otros, en su visita al taller, tras la celebración de un pleno del consejo en la misma fábrica.

Cuatro de los tapices estaban colgados en la Capilla del Monumento del Patriarca, donde para muchos pasaban desapercibidos por su estado de deterioro; los otros dos se guardaban en una sala superior. Todos ellos volverán a sus emplazamientos originales, según manifestó el rector del colegio Juan José Garrido. Previamente, la intención es montar una exposición con otros dos tapices de la misma escuela localizados en el Escorial, comentó Galán. La Fundación Iberdrola prevé invertir en torno a unos 400.000 euros en el proyecto global de restauración de los tesoros guardados y en gran medida desconocidos del Patriarca, el colegio que fundó San Juan de Ribera y al que donó sus valiosos tapices que ahora están empezando a recobrar su fulgor.