Puig se aferra a la posibilidad de llegar a gobernar

El PSPV-PSOE aprobó ayer un paquete de medidas para la reforma de la política, los partidos y las instituciones en el que destacan las primarias abiertas a los ciudadanos para elegir candidatos y la elección del secretario general por sufragio de todos los militantes, pero que también incluye aspectos como la combinación del voto uninominal y de listas cerradas en los comicios o la prohibición de que las empresas hagan donaciones a los partidos. El Comité Nacional, al que asistieron solo 187 de sus 300 integrantes (casi 70 de ellos miembros de la ejecutiva) respaldó el documento de “reacción democrática” sin votos en contra, así como una resolución defendida por los secretarios generales de La Ribera Baixa, Jordi Mayor, y La Ribera Alta, Robert Martínez, que denuncia que la política del PP de garantizar agua del Júcar a varias zonas ha llevado a la “paradoja” de que no tienen agua potable 300.000 vecinos de esas comarcas.

La sociedad valenciana vive “una situación de emergencia”

Hubo un amplio consenso, pues, sobre la regeneración democrática, aunque no ocurrió lo mismo con el análisis de la política del partido, ya que algunas intervenciones criticaron que el PSPV-PSOE haya perdido liderazgo social frente a opciones como la Coalició Compromís. El secretario general, Ximo Puig, sostuvo que el PP ha perdido la mayoría social y apeló a la unidad, la solvencia y la confianza para que los socialistas sean creíbles “frente a las propuestas populistas y demagógicas en un momento de desconcierto”. “Es difícil pero vamos por el buen camino. Hoy estamos más cerca del cambio”, dijo, antes de asegurar: “Hemos de ser conscientes de que vamos a gobernar pronto este país y hemos de estar bien preparados”.

Puig habló de “una convocatoria amplia, para una nueva mayoría social, una convocatoria de suma para reiniciar la Comunidad Valenciana”, pero no profundizó en la fórmula que pueda hacer posible el relevo del PP en la presidencia del Consell, una eventualidad que, según las encuestas, pasa por las tres fuerzas de izquierda en las Cortes Valencianas. Sí que fue muy crítico con el Consell que preside Alberto Fabra y consideró que la sociedad valenciana vive “una situación de emergencia”, con “el desempleo más alto de la historia, la situación de exclusión más grande de la democracia, una Generalitat inviable y un autogobierno en coma”.

Una resolución denuncia la falta de agua potable en La Ribera

“Hay margen para políticas diferentes”, señaló Puig, “como han demostrado nuestros compañeros de Andalucía”. Y anunció que el PSPV-PSOE propondrá en las Cortes un sistema de expropiaciones temporales similar al andaluz para hacer frente a los desahucios. Puig se refirió a tres fracturas, la social, la democrática y la territorial, y argumentó que la exigencia de un nuevo modelo de financiación autonómica y de la deuda histórica, reclamación a la que Fabra ha renunciado, es ineludible. Recuperar un papel de la Comunidad Valenciana en España “no es una cuestión identitaria”, indicó, “sino de supervivencia del autogobierno”. Tras afirmar que proponer un proceso constituyente es “perder el sentido común”, en una clara alusión a Compromís, que logró el apoyo de Esquerra Unida la semana pasada para esa idea, Puig dijo que la de la Constitución es “una historia de éxito” y apostó por su reforma: “Desde la Constitución vamos a cambiar la Constitución”.

Puig recordó que el PSPV propuso que se obligue por ley a que los partidos elijan a sus candidatos en primarias abiertas a la sociedad y reivindicó que la elección del secretario general en primarias internas, idea que ha asumido la dirección del PSOE que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba, “ha sido un planteamiento político de los socialistas valencianos”.