De parrandeo con los amigos
La artista, que escribe, produce y actúa en un "delirio soviético-cañí" titulado ‘Las Rusas’, recorre bares que son una segunda casa, con parada en librerías, el Rastro y los teatros
1. La Casa de los Jacintos. Tengo en mi cartera el carné 570 de esta asociación cultural que ya tiene 18.880 socios. He actuado un millón de veces por la voluntad, sin ella y hasta sin la propia, prácticamente vivía aquí hace 10 años, cuando hacíamos los Catch de Impro, y sigo viniendo. Organizan talleres, festivales, conciertos y espectáculos sin ánimo de lucro, con precios de risa y se llena hasta la bola (Arganzuela, 11).
2. El Palentino. Adoro este bar, una maravilla en la que todavía puedes comer por cuatro euros y con camareros que son la devoción camareril. Aquí me he tomado el mejor pepito de ternera que me comeré en la vida. Toda esa manzana es mítica, aunque me gusta el centro en general. Tengo mucho trauma porque nací en un barrio lejos de todo y sin metro, así que ahora no me muevo lejos de Sol (Pez, 12).
3. José Alfredo/Café Berlin. Para tomar algo siempre hacemos esta ruta, cuando cierra el primero, si estás animado, acabas en el segundo. Céntrico, buena música y tengo mala fama de ir tanto que, cuando llego, los camareros me saludan, son como familia (Jacometrezo, 4 y Silva, 22).
4. Sala Taboo. Un día al mes hacen los karaoke night live de The Class, una banda de rock que toca en directo para ti con la idea de que cantes lo peor posible. Tienen un repertorio de unas 60 canciones. Yo siempre canto, vamos si canto [carcajadas] (San Vicente Ferrer, 23).
En permanente ebullición
A Ana Morgade (Madrid, 1979), famosa catódica por Buenafuente, le cuesta elegir, a la hora de definirse, entre actriz, humorista, guionista, dramaturga, dibujante... "Va a sonar fatal pero hago lo que me da la gana. Soy lo que me apetece ser en cada momento, no me permito el lujo de aburrirme, es una obligación moral". Sobre el futuro, dice sí a todo —cine, internet, teatro, programas de televisión, series...— y, suplica una cosa: "Que vuelvan ya los late nights, por favor". "Yo por la noche al llegar a casa quiero humor y ha desaparecido de las parrillas", se lamenta.
5. Beer Station. Su dueño, Jorge, es como nuestro tío, nos da de comer a horas que ya nadie da y, si sigue tirando nuestras cuentas a la baja, se va a arruinar. Actúan grandes improvisadores y monologistas, muchos de ellos amigos (Cuesta de Santo Domingo, 22).
6. La Central. Yo conocía esta librería de Barcelona y siempre me preguntaba porquéporquéporqué no hay una en Madrid. Me encanta curiosear por todas partes, aunque mis secciones favoritas son la narrativa y los libros de diseño y de ilustración, sin olvidar las galletas del bar. Mi última compra, Teoría King Kong de Virgine Despentes y 1.000 Pin-Up Girls de Taschen (Postigo de San Martín, 8).
7. El Reina Sofía. Me gusta mucho perderme y pararme ante mi favorito, un cuadro de Picasso de la época azul con una mujer con paraguas que casi se sale del marco, y también ante las obras tenebristas de Gutiérrez Solana (Santa Isabel, 52).
8. 'El jardín escondido'. No sé cómo se llama, es pequeño y está junto a la plaza de la Paja, hacia la calle de Segovia, con una verja y amurallado. Es realmente tranquilo y poco transitado, tiene unos rosales preciosos y caminitos de piedra. Muy cómodo para leer y para que te dé el sol (Jardín del Príncipe de Anglona).
9. Zona de peristas de El Rastro. Me gusta mucho ir y hurgar, aunque cada vez está más caro y es una pena porque están acabando con el placer de comprar solo porque es barato. Más que las tiendas, me gustan los puestos de calle, la gente que vende cosas sin ningún criterio, es tío que pasa la mañana con un transistor, una nancy y dos pares de zapatos encima de un tapete y muy convencido de que lo puede vender. Son bodegones muy locos, de casa desmantelada.
10. Tres teatros. Mis tres espacios de cabecera son la Sala Mirador (Doctor Fourquet, 31), donde estudié; el Alfil (Pez, 10), donde trabajé con grandes de España como Yllana, Impromadrid y Jamming; y el Infanta Isabel (Barquillo, 24), donde estoy ahora con Las Rusas [comedia delirante que se estrenó ayer, dirigida por Darío Facal y protagonizada por la propia Morgade junto a Julia de Castro, Paula Galimberti, Pablo Paz y Rubén Martínez] y donde espero quedarme mucho tiempo.
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