Ferrín tardará semanas en dejar la presidencia de la Real Academia

Los periodistas, y por ende la sociedad gallega, sabrán “a su debido tiempo” si Xosé Luís Méndez Ferrín ha repensado su decisión de dimitir como presidente y miembro de la Real Academia Galega después de las muestras de solidaridad de varios académicos e instituciones culturales. Era la presentación del Dicionario da alimentación e da restauración y esta fue una de las dos únicas respuestas que los informadores le arrancaron al todavía presidente de la RAG, además de varios “no hay comentarios”. La otra fue “muy ingeniosa; muy bien”, a la pregunta de qué tal estaba digiriendo las disensiones entre académicos por contrataciones de familiares.

Según fuentes próximas a Ferrín, lo que se sabrá a su debido tiempo es cuándo se convocará el plenario ante el que tiene que presentar la dimisión, dado que la agenda de marzo está más o menos completa. El día 9 tomará posesión el nuevo académico Xosé Fernández Ferreiro, y el 23 tendrá lugar el homenaje a Paco del Riego y días antes será la designación como hijo predilecto de Mazaricos del tesorero de la RAG, Manuel González González. Sin embargo, el antecesor de Ferrín, Xosé Ramón Barreiro Fernández, apuntó ayer que “una cosa es la decisión que él adopte, y otra lo que diga el plenario”.

El ambiente en la institución no parece haberse calmado. El secretario general de la RAG, Xosé Luís Axeitos, manifestó ayer a este periódico su “ratificación plena” de las declaraciones que publicó La Voz de Galicia en las que acusaba al Instituto da Lingua Galega (ILG) y al Consello da Cultura de querer “colonizar” a la Academia. “Me reafirmo en lo de ‘colonizar', que es un concepto noble, desde que no se hace con tiros y flechas, y no sodomizar, y por ello me extraña que dos instituciones notables se exciten tanto”. Axeitos también criticó el hecho de que el “portavoz de los conspiradores [en referencia a Henrique Monteagudo, que fue quien solicitó explicaciones de los contratos en el anterior pleno] sea alguien que le ha dedicado seis horas a la Academia en el año que lleva en ella”.

El ILG desmintió ayer “categóricamente” las acusaciones de interferencia en la Academia y señaló que sus miembros también académicos lo son a título particular. El ILG recuerda que se opuso al decreto del plurilingüismo haciendo suyo “el análisis realizado por la Real Academia Galega”.