5 fotos
Los rostros de los desahucios en el barrio de San Cristóbal En los últimos años, el barrio de San Cristóbal asume una media de seis desalojos por semana. De un total de 6.000 viviendas, un 20% se han quedado vacías en los últimos años, la inmensa mayoría por desahucios. El resultado son 500 pisos patada cuyos propietarios son los bancos, que los tienen abandonados y expuestos a la ocupación y a los negocios ilícitos. Este vecino de San Cristóbal, de orIgen dominicano, no quiere dar su nombre. Tiene miedo. En 2010 se marchó a Almería durante dos meses por trabajo y al regresar se encontró con la cerradura cambiada y una familia ocupando su casa. Ha tardado dos años en recuperarla desde que puso la denuncia. En la imagen muestra una ventana forzada. ULY MARTÍN María Serna, colombiana de 51 años, fue desahuciada el pasado mes de julio. En su mismo bloque otros ocupas dejaron un piso libre, el que aparece en la imagen, y donde ella entró a vivir con su familia. Tienen la complicidad de la comunidad de vecinos, que al menos les conocen y saben que cuidarán la propiedad. La vivienda que dejó libre escaleras arriba no tardó en ser ocupada. "Aquí los pisos vacíos no duran ni dos días", afirma. ULY MARTÍN Abrahim viene de Marruecos, tiene 40 años y tres hijos de entre 8 y 15. Alguien le abordó en el barrio y le ofreció alquilar una vivienda por 2.000 euros de fianza a cambio de las llaves. "Me dijo que me traería el contrato pero desapareció", cuenta. "Ahora llevo un año viviendo ahí con mis hijos y espero que dure porque cobro la renta mínima, 280 euros al mes". ULY MARTÍN Una joven española de 28 años que no quiere dar su nombre afirma que lleva más de dos años viviendo en un "piso de patada" de San Cristóbal con su novio y su bebé. Se metieron porque estaban en la calle, y por ahora no han recibido ninguna citación de desalojo. ULY MARTÍN El desahucio de Cymien Valero, ciudadano camerunés de 38 años, está previsto para el próximo 4 de diciembre. Tiene una niña de tres meses y ningún lugar a donde ir. Afirma que tratará de paralizar el desalojo, pero si no lo consigue, no duda que recurrirá a la ocupación. ULY MARTÍN