Endesa empieza a desmantelar la antigua central eléctrica de Sant Adrià del Besòs
La compañía eléctrica mantendrá las tres chimeneas a la espera de decidir su futuro
Las tres chimeneas de la central eléctrica de Sant Adrià del Besòs seguirán formando parte de la silueta barcelonesa. Pero el resto de la estructura del recinto, con la única excepción de lo que fue la sala de turbinas, irá desapareciendo en el plazo de los próximos dos años. Diecinueve meses después de cesar su explotación, Endesa ha iniciado su desmantelamiento sin conocer todavía en qué se transformará uno de los símbolos de la arquitectura industrial catalana.
“Los futuros usos de estas edificaciones están pendientes de definir”, señala la eléctrica en un comunicado, en el que también aclara que se preservarán las tres chimeneas “como consecuencia del interés de las administraciones”. Ese sentir es compartido por la población de Sant Adrià, que votó a favor de mantener las tres torres de 200 metros de altura como símbolo del municipio. El 82% apostó por esa posición.
La incognita sigue siendo en qué puede convertirse y qué tipo de entidad está dispuesta a realizar la millonaria inversión necesaria para reciclarla en una instalación del siglo XXI. La posibilidad de crear un museo de la energía, del transporte e incluso erigirla en la sede del Memorial Democrática están descartadas en una situación de estrecheces económicas, de la misma forma que se ha olvidado seguir los pasos de la central londinense de Bankside, convertida en la actual Tate Modern, referente museístico británico del arte moderno.
Mientras el futuro de la central sigue pergeñándose, Endesa irá avanzando en su desmantelamiento. Desde que dejó de operar ha ido retirando mucho del material que allí se almacenaba y ahora empezará a desmontar los aparatos electromecánicos que daban vida a la central: los dos generadores de vapor ubicados en Badalona y los equipos asociados a las turbinas de Sant Adrià. Y después se echarán abajo naves y edificios no industriales, además de los pantalanes que se utilizaban para refrigerar el agua de los circuitos.
Endesa subraya que los trabajos se deberá realizar con cuidado para permitir que continúe trabajando la subestación eléctrica Badalona, que garantiza el suministro eléctrico a 50.000 hogares de Badalona, Barcelona y Sant Adrià del Besòs.
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