El PP quiere que Urkullu defina más sus propuestas para seguir negociando

El PP ya tiene elegida a su delegación para seguir negociando con el PNV la posibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdos poselectorales después de la primera toma de contacto de la pasada semana. Su presidente en Euskadi, Antonio Basagoiti, ha resuelto que en esta segunda ronda, que comenzará la próxima semana, se sienten con los peneuvistas tres dirigentes de su máxima confianza: su mano derecha y secretario general del partido, Iñaki Oyarzábal; el portavoz en la Cámara de Vitoria, Antón Damborenea, y el presidente de la formación en Gipuzkoa, Borja Sémper. Todos ellos son además parlamentarios electos, uno por cada provincia.

A diferencia de los socialistas, el PP no tiene intención de elaborar un documento escrito con su respuesta al que les remitió el PNV tras su reunión del pasado miércoles, sino que les trasladarán directamente sus planteamientos cuando se celebre la nueva reunión. Por ahora, no hay una fecha cerrada para la misma. En dicho documento, de 10 folios, el PNV desgranó los puntos sobre los que quiere seguir profundizando en tres apartados: presupuestos y crisis económica, paz y convivencia y autogobierno.

Los populares, eso sí, quieren recibir de sus interlocutores una precisión mucho mayor en el aspecto en que ven factible un acercamiento: un acuerdo presupuestario de ámbito más o menos global y otras cuestiones en materia económica. "Tendrán que definirse, porque el planteamiento que hasta ahora hacen es muy etéreo", indican fuentes populares. Y ello donde ven más probabilidades de que haya un acercamiento, porque los planteamientos del partido ganador de los comicios en materia de autogobierno "dan para muchas fórmulas y algunas no nos gustan", añaden esas mismas fuentes.

Ya tras la cita en Sabin Etxea, la sede central del PNV en Bilbao, Basagoiti, presente en esa reunión, dejó claro que “en la medida en que la economía y el empleo sea lo prioritario, será más fácil llegar a acuerdos”. Pero si el PNV opta por “derogar los marcos de convivencia o dar espacio político a aquellos que no han hecho el más mínimo esfuerzo democrático [la exBatasuna], será mucho más difícil”.