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Miles de personas (y mascotas) salen a la calle a practicar el Perrotón

La carrera de humanos y canes es un gesto en defensa del respeto a los animales

Participantes del Perrotón acompañados de sus perros.
Participantes del Perrotón acompañados de sus perros.ÁLVARO GARCÍA

Laika es una preciosa labradora mezcla con golden retriever que ayer por la mañana reaccionaba con entusiasmo ante lo que estaba contemplando en las inmediaciones de la plaza de Colón. “¡Guau!, ¡guau!”, exteriorizaba su satisfacción. Porque la razón última de tanto ladrido y movimiento de rabo es que en ese momento Laika se encontraba en la calle rodeada de más perros de los que había visto juntos en toda su vida (1.500 según la organización). Y todos corriendo. Y por si le cupiera mayor felicidad a un can, arrastrando con la correa a sus dueños, que a duras penas podían seguir el paso marcado por las mascotas.

Esa es la esencia del Perrotón, una carrera de personas y canes cuya finalidad es concienciar a las primeras de que hay que tratar bien a lo segundos. El Perrotón se corre por el placer de correr: no hay puestos en disputa, y el premio principal del evento está destinado a la pareja perro-amo “más feliz”. Así lo explicaba la organizadora del evento, Alejandra Botto: “Todo ha salido muy bien, y hemos conseguido acabar el primer Perrotón de Europa, que ya es una competición que ha arraigado en muchos países de América. En esta prueba no hay competición: todos somos ganadores. Nosotros queremos que las personas que no quieren a los animales no les maltraten”, contaba la mujer, que encabeza un circo ecológico que interpretó sus trabajos en la línea de meta, antes del reparto de premios, en el Retiro.

Laika no se inscribió en la carrera en la salida de la plaza de Colón, sino que se la encontró en la calle mientras paseaba. Lo que sí hizo junto a su ama fue unirse a la comitiva de curiosos con perro que completaron los tres kilómetros del recorrido siguiendo a los competidores oficiales. En la línea de meta, Pilar, que llevaba a en la mano a Cooper, aseguraba que había traído a su perro en apoyo de la adopción de mascotas abandonadas. Una finalidad compartida por todos los presentes, y que es la piedra angular del discurso de Alejandra Botto. Para apoyarla a difundir el mensaje, en la meta la flanquearon personajes populares como el nadador David Meca o la actriz Natalie Seseña, que no paró de hacerse fotografías con fans, aunque sin soltar un segundo al perro.

A escasos metros, Polo y Lola jugaban ante la atenta mirada de sus amos, Juana y Luis. Otro caballero, Juan Carlos, acompañado de la bella Kira, lamentaba que haya animales que tengan que ser sacrificados. “Yo no corro de forma habitual con Kira: hoy es por una causa especial. Lo que sí hago es salir a caminar mucho con ella”, explicaba.

Al final del recorrido, la organización concedió unos segundos para que el público hablase. El momento lo aprovechó una empleada del centro de acogida de Colmenar Viejo que hizo un llamamiento a voluntarios para que les ayuden a pasear los cerca de 300 perros que tienen en sus instalaciones: “Cualquier persona interesada, que venga al centro y le estaremos muy agradecidos, porque son muchos perros para nosotros solos”.

Spy, un labrador muy cariñoso, jugaba con su dueña, Rosa María. El perro no paraba quieto, encaramándose a cualquier persona a su alrededor. “Es que trata de saludar a todo el mundo”, reía Rosa. A unos metros, Ana y Carlos, una pareja del Ensanche de Vallecas, se acercaba a la meta con Chadler, una bonita mezcla de pastor alemán y mastín. Laika no parecía compungida por haberse quedado fuera de la competición oficial. Juguetona con los de su especie, “el próximo año correrá”, aseguraba su dueña.

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