“Mas ha dado un salto al vacío para tapar su fracaso de gestión”

Xavier Sabaté (Flix, 1953) tiene una larga trayectoria como diputado en Madrid y debutará mañana como presidente del grupo parlamentario socialista en el debate de política general con el más que probable cierre de la legislatura al cabo de unos días.

Pregunta. ¿Tiene sentido ese debate?

Respuesta. Lo que no tendrá mucho sentido es que el Mas convoque elecciones a menos de la mitad de una legislatura y con la que está cayendo. Si lo hace demostrará una vez más que piensa más en su partido que en los ciudadanos.

P. ¿De verdad se cree que no habrá elecciones en breve en Cataluña?

R. Eso sería un fracaso. Lo que debería hacer Mas es agarrarse los machos y hacer otra política para que Cataluña salga de la crisis lo antes posible. No puede exhibir ningún triunfo de su gestión y ya no vale eso de apelar al enemigo exterior. Dijo que bajaría el paro a la mitad y que tendría el Gobierno de los mejores, pero su único éxito ha sido dar un salto al vacío, hacer una pirueta que nadie se esperaba y pasar al campo del independentismo para tapar su gestión fracasada.

El Gobierno quiere hablar de identidad nacional para tapar la realidad social

P. ¿El PSC encarará el debate en clave preelectoral o como si no pasara nada?

R. No tengo previsto ni tan siquiera citar las elecciones, sino hablar de la gravedad de la situación de Cataluña y de millones de catalanes.

P. ¿Puede evitarse que Mas capitalice el debate enarbolando la bandera del secesionismo?

R. No voy a tener complejos. Creo firmemente que la posición de CiU no es buena para Cataluña ni en el terreno social ni en el abrazo repentino de Artur Mas al independentismo.

P. El discurso político está centrado ahora en el soberanismo y parece que nadie se acuerda ya de los recortes.

R. Al Gobierno le interesa hablar de identidad nacional y de independencia para tapar la otra realidad social: la de los 800.000 parados y la de las listas de espera. Y cómo ha empezado el peor curso escolar de la historia moderna de Cataluña. Mas dirá lo que quiera, pero la historia le juzgará porque ha precarizado a las clases medias y a las clases trabajadoras. Las ha hecho más dependientes para resolver sus problemas de salud, educación y asistencia social.

P. ¿No fue un error que el PSC no renovara antes su grupo parlamentario y empezara a construir una alternativa a CiU?

R. No creo que los ciudadanos nos lo tengan en cuenta. Lo que me ocupa es que vean un perfil y unas propuestas sólidas, creíbles y que inspiren confianza.

P. ¿Si la legislatura durase unos meses más se acabaría ya eso de tender la mano a CiU como hizo Pere Navarro nada más ser elegido primer secretario?

R. Esa mano ha sido reiteradamente rechazada. Gracias a nuestro voto [abstención], Mas fue investido presidente. Aquel acuerdo de mínimos está roto y el PSC seguramente lo firmó fruto de la urgencia de aquellos momentos. Pensamos que se podían asegurar unos mínimos en las políticas sociales y la neutralidad de los medios de comunicación, por ejemplo, pero se han incumplido los acuerdos. Para ellos fue un trámite, pero para nosotros fue muy importante. Pese a todo, si Mas hace un giro radical en sus propuestas, nos encontrará, porque somos un partido de gobierno.

Yo digo que España será federal o Cataluña no será

P. ¿Está diciendo que se equivocaron al abstenerse en la investidura de Mas?

R. Acostumbro a no arrepentirme de lo que he hecho, pero seguramente confiamos demasiado en el análisis. Fue un gesto demasiado inocente.

P. Navarro justificó su nombramiento anunciando el deseo de marcar más perfil de oposición, pero no parece que le vaya a dar mucho tiempo.

R. En los últimos años el PSC se ha manifestado públicamente de manera demasiado borrosa o al menos la gente nos ha percibido borrosos. Y lo peor que le puede pasar a un partido es que la gente no acabe de adivinar y de percibir cuál es su perfil. Yo intentaré que sea nítido y de izquierdas, que apueste por las oportunidades de todo el mundo de una forma clara, comprometidos con el medio ambiente y reclamando un nuevo marco de relaciones basados en nuestra tradición federalista.

P. ¿Por qué reivindican ahora un nuevo federalismo?

R. Ya no vale el federalismo que se ha empleado desde la Transición para relacionarnos con España. Esa etapa se ha acabado por la actitud claramente agresiva de los aparatos del Estado atizados por el PP desde hace seis años que culminó en la desgraciada sentencia del Estatuto y porque la globalización lo ha cambiado todo. Es inútil pensar que los viejos Estados pueden asegurar la provisión de los servicios que precisan los ciudadanos, y todavía lo sería más crear otro Estado más pequeño. Mi primer secretario dice que España será federal o no será. Yo digo que España será federal o Cataluña no será. Hemos de encontrar un nuevo marco de relaciones entre los Estados y entre Cataluña y España. Solamente en un nuevo marco de convivencia en el que nos sintamos respetados, Cataluña podrá tener una relación perdurable con España. Si no es así, el futuro será negro para todas las partes.

El PSC se ha manifestado de forma borrosa en los últimos años

P. No parece que el PSOE esté por la labor.

R. Es posible que en algunas ocasiones esperábamos algo más del PSOE, pero el PSOE votó el Estatuto y en los momentos principales ha estado con Cataluña. Ahora se inicia una nueva vía y no sabemos cómo responderá el PSOE, pero estamos dispuestos a recorrerla, aunque no tengamos la fórmula concreta.

P. ¿Incluso sin el PSOE?

R. Yo no me lo planteo, de momento, pero todo es posible. Hay dos vías que no tienen salida: el inmovilismo petrificado del PP y la ruptura con España de CiU. Entre ambas hay otra posibilidad que asegura más convivencia, tolerancia y, sobre todo, una mayor satisfacción de las demandas de los ciudadanos. Si eso se garantizara con la independencia, yo sería independentista, pero creo que lo asegura la vía federal.

P. ¿Se equivocó el PSC con la abstención a los puntos clave del pacto fiscal?

R. Podíamos haber votado los tres puntos en que nos abstuvimos [la llave de la caja para Cataluña, la plena capacidad normativa y la gestión de todos los impuestos]. Esa parte es un callejón sin salida y le podíamos haber dicho a Mas que ya se arreglaría. A veces pienso que los socialistas utilizamos demasiado la razón y poco la rauxa. Ahora estamos en una nueva etapa y si el Gobierno no trata bien al presidente de la Generalitat, nosotros estaremos con él, aunque ese gesto no se corresponda con la actitud de Mas de rechazar al PSC en la comisión de seguimiento del pacto fiscal.