El pulso eterno de Gómez con Ferraz
El secretario general del PSM insiste en un referéndum sobre el rescate, en contra del federal Sus críticos reclaman un discurso más regional
Tomás Gómez volvió a exigir ayer un referéndum sobre el rescate al que parece abocada España. El secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) aprovechó el Comité Regional Ordinario para insistir en la misma propuesta que presentó el domingo anterior en el Comité Federal del Partido Socialista. La propuesta no contó entonces precisamente con el apoyo explícito del máximo órgano entre congresos. Más bien lo contrario, con barones como Patxi López (País Vasco) y Pachi Vázquez (Galicia) o el exministro Juan Fernando López Aguilar abiertamente en contra. La cúpula del PSOE entiende que no es el momento, al menos hasta conocer cuáles serán las condiciones de dicho rescate. El secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió esta semana que se debatan y voten en el Congreso los términos de la interveción.
Pese a las muestras de rechazo que obtuvo siete días antes, Gómez siguió adelante con su último pulso con Ferraz. Formuló de nuevo su petición de referéndum, el día después a que decenas de miles de ciudadanos se manifestaran contra las políticas del Ejecutivo de Mariano Rajoy (la Delegación del Gobierno calculó 65.000 asistentes y los sindicatos medio millón). “Quienes salieron a la calle piden lo que nosotros, un referéndum o consulta popular, pero no porque el PP haga lo contrario a lo que decía antes de las pasadas generales. ¡Es porque quieren romper con 35 años de modelo social!”, justificó en el encuentro que medio millar de representantes socialistas —87 pidieron la palabra— mantuvieron en la sede de UGT en avenida de América. Los españoles que el sábado salieron a las calles de Madrid, con la Plaza de Colón como epicentro, reclamaban una consulta popular contra el rescate, pero sobre todo contra las medidas que está tomando La Moncloa.
“El fraude del Gobierno es tan mayúsculo, las mentiras son tan abundantes, que los ciudadanos tienen que ser consultados y dijeron que debería de haber un referéndum, cosa que ya hicimos los socialistas de Madrid en el último Comité Federal”, señaló Antonio Carmona, diputado regional y el cerebro económico de la Ejecutiva de Callao. A su vez, Gómez pidió dejar de ser “presos de los errores” de la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero. Es decir, que el PSOE debe dejar de sentirse “responsable” de la crisis actual “y pasar de las palabras a los hechos”. “Ya ha pasado el duelo, no es un rescate, es una intervención que condicionará a las generaciones futuras y a los gobiernos del futuro”, incidió en esa tesis la secretaria de Organización del PSM, Maru Menéndez. “Es el momento de la valentía ideológica, de la obligación de romper caminos”, abundó Eduardo Sotillos, exsecretario de Comunicación de Callao.
La línea que marca el aparato, controlado por Gómez y marcadamente más nacional que regional, no contó con un respaldo unánime. La división del Congreso regional del pasado marzo, en el que Gómez fue reelegido con el 59% de los votos, sigue ahí. Y así seguirá. “Del discurso podemos decir incluso que es impecable, pero falta actitud... Hay que hablar más de Madrid que de Rubalcaba”, pensaba un representante del sector crítico. Manuel Robles, alcalde de Fuenlabrada, la joya de la corona que le queda al PSM —fue la formación más votada en una docena de los 179 municipios de Madrid en los comicios de 2011, en los que el PP dobló en votos a los socialistas— reclamó más contenidos en clave local. “Echo en falta una agenda para Madrid”, apuntó Pilar Sánchez Acera, que obtuvo un respaldo del 41% en el Congreso Regional tras presentar su candidatura dos semanas antes de la cita. Jaime Lissavetzky, portavoz municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, en la onda de Rubalcaba y de Rafael Simancas, el antecesor de Gómez, se marchó sin compartir sus impresiones.
“A punto de una intervención económica” y en el “peor momento de los cuatros años de crisis”, Gómez apenas mencionó en una ocasión a Esperanza Aguirre en sus 30 minutos de exposición. “Durante años, Aguirre se ha escondido en el Gobierno de España, cuando vinieron las dificultades era responsabilidad del Gobierno de Zapatero. Decía que discriminaban a Madrid, pero ahora no hay excusas. Aprovechan la crisis para cambiar el modelo social que nos hizo ciudadanos de primera en el mundo. Su único proyecto de futuro es convertir a Madrid en Eurovegas... Este Gobierno se basa en el integrismo religioso y económico. No hay 28 millones de euros para becas de comedor y libros, pero sí 26 millones para los conciertos de los colegios ultrarreligiosos de la Comunidad”, esgrimió Gómez.
“No hay un esfuerzo para hablar de Madrid y recuperar la confianza en la calle”, insistió Sánchez Acera. “No hay que levantar ni la hoz ni el martillo ni ningún cóctel molotov”, argumentó José Cepeda, diputado regional y rubalcabista. Gómez le defenestró como vicepresidente del PSM en la Asamblea de Madrid tras mostrarse muy activo en su apoyo a Sánchez Acera. “Lo último que querría la sociedad madrileña es ver enfrascado al PSOE en sus debates internos y mirarse una y otra vez al ombligo; yo creo que no nos lo perdonarían nunca”, se mostró conciliador Cepeda, que pidió no caer en “el efecto submarino”. Esto es, en las cuitas internas a las que acostumbra el PSM.
Tras un maratón de casi 12 horas, el Comité regional aprobó una resolución que compromete al PSM “en su impulso a la dinamización” de sus Casas del Pueblo, “la presencia social” de sus “dirigentes y militantes en los barrios, distritos y municipios” y “la vinculación y participación activa en los movimientos sociales”. “Hay que reflejar el malestar que existe en la calle”, dijo el presidente del PSM, Juan Barranco. Cepeda y Sánchez Acera plantearon por su parte una Conferencia Política “para ganar Madrid”.
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