El mundo en un recortable

De su imaginación lúcida y su humor amable surgieron inventos como la Pelota Postal Descascarillable o la Mascarilla Masticadora Bowerbräu, a las que dedicó páginas de delirantes disquisiciones e investigaciones recogidas en El Persa, ese desconocido, una antología de textos e historietas publicada en 2007 por la prestigiosa editorial Media Vaca.

Sin duda, José Cardona, alias El Persa, fue un autor tan brillante como desconocido, con una obra original y dispersa capaz de elevar y hacer grande lo más trivial e intrascendente. Ofició de ilustrador, escritor, escultor y cartógrafo, pero fue sobretodo un maestro en el arte de la llamada imprenta efímera: recortables, cuadernillos para colorear, álbumes de cromos, cómics, barajas de naipes, tarjetas postales y demás géneros papelíferos menores ejercieron una auténtica fascinación en la vida de este creador, que llegó a titular una de sus exposiciones de recortables La dignidad de lo endeble.

Son precisamente estas arquitecturas de papel, montadas y sin montar, las protagonistas de El Persa Retalla, la muestra con la que Teulada le rinde homenaje póstumo. Un cáncer de pulmón acabó, el pasado mes de junio, con la vida de este artista inclasificable nacido en Valencia en 1943 y afincado en Xàbia.

Fue un maestro en el arte efímero del papel

“Es una gran pérdida”, lamenta Jaume Buigues, amigo del dibujante y responsable del Servicio de Cultura, Educación y Patrimonio del consistorio teuladí. “Además de estar muy ilusionado con los preparativos de esta exposición, a la que no pudo llegar, trabajaba en un nuevo recortable sobre el Riu-Rau de Teulada, que queríamos presentar públicamente el 9 de octubre” explica. “Nunca abandonó la idea de abrir un museo del recortable en la comarca”, añade.

Realizó numerosas creaciones sobre La Marina

De su vínculo con la comarca de la Marina dan fe muchas de las creaciones expuestas hasta el próximo 9 de noviembre en el Centre Ecomuseogràfic: desde la Sala dels Jurats i el Justícia de Teulada, a las maquetas de papel del ayuntamiento de Dénia, Els Porxes de Pedreguer, la Iglesia Fortaleza de Xàbia, la ermita de San Salvador de Calp o el perfil encalado de Altea la Vella. Monumentos falleros en miniatura se mezclan en las vitrinas con animales de la selva. Figuras geométricas que evocan lejanos tiempos estudiantiles, con aviones Mosca de la II República. Edificios emblemáticos como la Lonja de Valencia, el Teatro Principal o el Palau de Batlia, con ejemplares de su alegre y colorista obra escrita, muchas veces autoeditada o publicada en editoriales amigas. Piezas reunidas de un puzzle-legado, que desvelan la riqueza y singularidad del fértil maridaje entre palabras e imágenes al que El Persa dedicó su vida.