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El nieto de la asesinada en Ourense asegura que no se acuerda de nada

El joven sostiene que la medicación le hizo olvidar el suceso

José Luis Rodríguez, en los juzgados de Ourense.  / NACHO GÓMEZ
José Luis Rodríguez, en los juzgados de Ourense. / NACHO GÓMEZ

José Luis Pérez no se acuerda de nada. El nieto de la mujer asesinada en Ourense asegura que el miércoles por la mañana se despertó en el suelo del salón y se encontró a su abuela muerta a martillazos y envuelta en la alfombra. Su abogada afirmó ayer que la medicación que toma por prescripción psiquiátrica le han hecho olvidar qué pasó en la vivienda. El joven no sabe explicar por qué no avisó a los servicios de emergencia cuando vio a Dolores Rodríguez ensangrentada en el suelo.

Amnésico y sereno. Así se presentó el nieto ante el juzgado de instrucción número 1 de Ourense, tras pasar 24 horas en los calabozos de comisaría. El juez ordenó su ingreso en prisión de forma provisional al considerarlo presunto autor de los hechos. El magistrado explica que está mejor en prisión ante la posibilidad de que cometa nuevos delitos para satisfacer su necesidad de sustancias estupefacientes y ante una posible fuga.

Dolores apuntaba en una libreta: “Las cosas que me ha cogido Luis”

Le imputa un delito de homicidio por haber provocado la muerte de su abuela golpeándola reiteradamente en la cabeza, para después envolverla en una alfombra y rodearla de cojines para absorber la sangre. El magistrado explica que no hay indicios que hagan sospechar de un posible robo, ya que la casa no estaba revuelta. Los investigadores sí encontraron revuelto el armario del joven, “como si hubiese cogido algunas prendas para salir precipitadamente”, y las estancias en las que la septuagenaria guardaba el dinero y las cartillas del banco, de las que solo quedaban las fundas.

A pesar de que tenía una orden de alejamiento, tras la muerte por infarto del abuelo, Dolores decidió realojar a su nieto. Lo había adoptado como hijo. La mujer se encerraba en la habitación por las noches por miedo. En su armario tenía una libreta en la que anotaba “las cosas que me ha cogido Luis” para “descontar del reparto de dinero si queda para heredar”. Incluso había entregado las joyas a su otra hija para evitar que José Luis las vendiese con el fin de conseguir dinero para droga.

José Luis era la persona sobre la que se centraba la investigación del caso, ya que era el único familiar que vivía con la mujer asesinada. Es consumidor de drogas desde adolescente y su relación con el mundo de los estupefacientes ya le había llevado una temporada a la prisión de Pereiro a la que ahora ha vuelto.

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