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¡Mireia y Badalona son de plata!

Una muchedumbre recibe a la doble medallista olímpica en El Prat. Dos autobuses llevaron a amigos y admiradores desde su ciudad al aeropuerto

Lluís Pellicer

Mireia Belmonte, la mejor nadadora de la historia del olimpismo español, ya está en casa. Anoche aterrizó en El Prat, donde la esperaba una multitud que la hizo llorar de emoción al grito de “¡campeona!”. Mireia se reencontró con sus padres y agradeció la calurosa bienvenida. Un centenar de amigos y vecinos llegaron a El Prat en dos autobuses fletados desde Badalona. Su ciudad se prepara para ofrecerle hoy un gran homenaje por las dos medallas de plata obtenidas en los Juegos de Londres.

Mireia Belmonte cruzó la puerta y el aeropuerto de El Prat estalló en aplausos. La bimedallista olímpica, con sus dos platas colgadas del cuello, caminó hacia una multitud formada por cientos de personas y decenas de cámaras y micrófonos. “¡Levanta las medallas!”, le reclamaba un público entregado que la recibió al grito de ¡campeona!”. Así lo hizo, a lo que la gente, armada con iPads y teléfonos móviles para guardar ese momento, empezó a aplaudir otra vez. “¡Mireia, Badalona está presente!”, corearon sus seguidores, amigos y vecinos, que la esperaban con pancartas y banderas.

La nadadora lloró de emoción al recibir un ramo de flores entre el griterío

No hacía ni 20 minutos que su avión había tomado tierra y a Mireia apenas le quedaba voz para agradecer a la multitud la calurosa bienvenida. Tras coger un ramo de flores con que la obsequiaron, la nadadora rompió a llorar de emoción. Apenas había tenido tiempo de abrazar a sus amigos cuando empezaron a arreciar las peticiones para hacerse fotos, posar y atender a las cámaras. Hizo todo cuanto le dijeron sin rechistar. “Estoy muy contenta, muchas gracias”, susurraba. “Es todo muy bonito, también estresante, pero vale mucho la pena”, agregó.

Si bien su participación en Londres ya ha finalizado, y de forma más que brillante, ahora le queda por delante un maratón de homenajes y recepciones. Ella advertía, sin embargo, de que piensa tomarse unas “vacaciones más que merecidas”. Con la voz entrecortada, contaba a quienes lograban oírla las dos carreras que la han confirmado como uno de los mayores talentos del deporte catalán y español. “La primera [medalla] me costó algo más, pero una vez que entré en el agua, no pensé más que en nadar, no en mis rivales. A la segunda ya me enfrenté con más confianza porque tenía una plata a mi espalda y esto hace cambiar las cosas”, explicó.

Mireia Belmonte, rodeada de familiares a su llegada a Barcelona
Mireia Belmonte, rodeada de familiares a su llegada a BarcelonaMARCEL.LÍ SÀENZ

Entre el público que ayer fue a esperar a la nadadora, había más de un centenar de personas de su ciudad natal, Badalona. Hoy el Ayuntamiento ofrecerá una recepción para homenajear a la que estos días es su ciudadana más popular. Aun así, un centenar de vecinos, en especial los de su barrio —la Salut—, no quisieron esperar y fueron a recibirla al aeropuerto. El Consistorio fletó dos autobuses para ello. Uno de ellos salía del barrio de la nadadora. En el mercado, el lugar de encuentro, se colgó una pancarta con una imagen de Mireia, deslumbrante, mostrando una de las dos medallas que ha conseguido por su segunda plaza en las competiciones de 200 mariposa y 800 libres. “¡Felicidades, campeona! ¡Mireia y Badalona son de plata!”, rezaba el cartel.

Ese mismo orgullo es el que exhibían ayer los vecinos de la nadadora. “Lo que ha hecho es impresionante y estamos que no cabemos en nosotros de alegría”, decía una mujer que subía a uno de los dos autobuses, repletos de gente ansiosa por ver y felicitar a la nadadora. En uno de ellos iban Ester y Zinaida, dos amigas de la infancia de Mireia. Ester se perdió los dos carrerones de Mireia en el agua porque estaba trabajando. Eso sí, estaba pendiente del móvil todo el tiempo. Zinaida sí lo vio con su familia. “Fue muy emocionante. Estamos contentísimas porque se lo merece”, comentó. Ni ella ni Ester tenían dudas de que iba a estar en el podio. “Ella iba a ganar. Es una gran competidora. Ya en Pekín iba a por ello, y por fin lo ha conseguido”, remacharon.

"No le han regalado nada. Ha trabajado muy duro.", explica una amiga

Cuando los autobuses llegaron al aeropuerto, allí ya estaban los padres de Mireia, aguardándola con un ramo de flores. No tardó en llegar el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. A las 22.40 estaba previsto el aterrizaje del avión en el que viajaba la medallista. La sala de llegadas del aeropuerto se llenaba a medida que se aproximaba esa hora. Hasta allí iban amigos, compañeros del Club Natación Sabadell y curiosos que decidían sumarse a la multitud para aplaudir a Mireia.

Ester y Zinaida, las dos amigas de Mireia, comentaban que hace poco aparecieron en un reportaje de TVE que trataba de recrear cómo es el día a día de la campeona olímpica. Se reafirman: “Requiere mucho sacrificio”. “A Mireia no le han regalado nada. Ha sido todo a base de trabajar muy duro”, explicó Ester. “Ahora todo es muy bonito y cuando lo ves parece que no le cueste, pero requiere mucho entrenamiento, apenas tiene vacaciones, solo lo que queda de mes…”, explicaron.

Ambas deseaban ver a su amiga. Aún no habían podido hablar con ella, pero sí con la madre. “Está… Es que lo que ha conseguido Mireia es muy heavy”, destacaba Zinaida.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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