Besteiro, Arquímedes y la palanca

Fue el genio Arquímedes (Siracusa, 287 a. C.) quien inmortalizó la frase “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. Pues bien, José María Besteiro es nuestro Arquímedes particular. Dotado de un prodigioso talento, hiperactivo, con una descomunal capacidad de iniciativa, imaginación desbordante y disciplinado practicante de la máxima “mens sana in corpore sano”, es un gallego excepcional, visionario, un ejemplar único, irrepetible.

Ha sido uno de los articulistas más jóvenes de EL PAÍS, en donde mantuvo durante años la serie Los reyes catódicos. Hasta Umbral lo citaba en sus trabajos resaltando su prosa y su juventud. Todavía barbilampiño, fue manager de Amancio Prada, al que catapultó a la fama.

Con estos antecedentes y dirigiendo la revista mítica El gran musical, título del programa estrella de la SER, tuvo la osadía de desnudar y embarazar a Miguel Bosé. Relanzó la emisora, agotó la tirada y convirtió su iniciativa en la comidilla nacional.

Besteiro es carne de periodista, pero un día inició su trayectoria como empresario porque un editor de prensa le espetó que era muy bueno mandando pero muy malo obedeciendo. No le faltaba razón. Desde entonces, todo lo que toca lo convierte en oro. Serie que produce es líder de audiencia.

Géminis, Libro de Familia, la importación de la telenovela Pasión de Gavilanes y el formato Sin tetas no hay paraíso, que le vendió a Tele 5, marcaron hitos en el audiovisual gallego y español. Su mayor mérito fue producir Nada es para siempre, que emitió Antena 3, teleserie de la que se grabaron 375 capítulos. Primeira y única telenovela que se realizó con éxito desde Galicia para Madrid.

Fue productor asociado de La lengua de las mariposas, película que pese a tener éxito de taquilla y crítica —llegó a recaudar máis de seis millones de euros— le sirvió para aprender que el cine, incluso cuando sale bien, no deja de ser una ruina.

Los académicos gallegos ni lo nominaron tras ocho años batiendo records en prime time y después de convertir Libro de familia en la serie más longeva en la historia de TVG, con más de 300 capítulos producidos. Le gusta recordar que el día más feliz de su vida fue cuando llegó a su casa la televisión.

Se acuesta antes del ocaso y casi siempre ve amanecer sentado frente al ordenador, desde el que dirige su imperio mediático y empresarial. Tiene varias pasiones irrenunciables: sus hijos, Pablo y Marcos, a los que adora, y su madre, Alicia, el refugio que nunca falla.

Afirma que es feliz porque siempre le pagaron, por hacer lo que quería, y cada día disfruta más porque es su único jefe. Cree que en los negocios también hay poesía. Y es un tipo raro: no fuma, no bebe, no se droga, se levanta a las seis de la mañana, no trasnocha y todavía tiene tiempo para trabajar duro y ligar lo justo. ¿Se puede pedir más a la vida?

Practica el yoga ibérico, o sea, la siesta, con metódica regularidad, y le encanta la tortilla de patatas y los guisos caseros de su madre. Se baña todos los días del año en aguas del Orzán; pasa por el gimnasio para quemar parte de su desbordante energía; es un hombre sincero, bueno y generoso, como los galleguistas históricos, practica la virtud de poquísimos de poner el concepto de la amistad por encima de intereses económicos, y es capaz de conseguir la cuadratura del círculo: hacer negocios con los amigos y seguir siendo amigos.

En fin, que partiendo de una triple palanca, la de su extraordinario talento, capacidad de ver donde los demás no ven nada y trabajo incansable, se está comiendo el mundo.