El Congreso pone coto a la vía que usó el Palau para financiar a CDC

El Congreso aprobó ayer la reforma de la ley de financiación de partidos políticos. Fue un cambio aprobado casi por unanimidad (votó en contra Amaiur y se abstuvo el grupo de IU, ICV y CHA), cuyo objetivo era reducir el 20% las ayudas a los partidos políticos. Sin embargo, la ponencia para modificar la norma ahondó en otros aspectos, y su redacción final ha servido para poner coto a la vía con la que Convergència, presuntamente, se financió irregularmente a través del Palau de la Música, cuando su responsable era el saqueador confeso Fèlix Millet.

La policía considera probado que CDC recibió 6,5 millones de constructoras. El dinero, presuntamente, iba al Palau de la Música, que lo transfería a la Fundación Trias Fargas (ahora llamada CatDem), vinculada a CDC. El cambio normativo impulsado en el Congreso establece que los partidos y sus fundaciones “no podrán aceptar o recibir directa o indirectamente, donaciones de fundaciones privadas, asociaciones u otras entidades que reciban subvenciones de las Administraciones públicas”. Las fundaciones solo podrán recibir dinero si se trata de un proyecto común con la asociación que colabore.

Las trampas serán más difíciles, ya que las fundaciones tendrán que notificar al Tribunal de Cuentas, en un plazo de tres meses, cualquier donación aportada por empresas. El mecanismo, según reconoció el portavoz adjunto del PP, José Antonio Bermúdez de Castro, sirve para impedir cualquier financiación ilegal. Los partidos también deberán informar de cualquier donación que reciban por encima de 50.000 euros.

Los ciudadanos podrán tener acceso a los presupuestos de los partidos. Una vez que el Tribunal de Cuentas haya revisado la documentación de los partidos y sus fundaciones, estos están obligados, tras el cambio en la ley, a hacer públicas en su web el balance, la cuenta de resultados y la cuantía de los créditos y condonaciones de deuda de las que se hayan visto beneficiados.