Los monólogos sustituyen a la sesión de control del Parlamento
Griñán admite que hace oposición a Rajoy porque mete "gato por liebre”
El descabezamiento del grupo popular por la marcha de su líder; la ausencia de una oposición a la izquierda del PSOE por la presencia de IU en el Gobierno de coalición; y la cómoda posición del PSOE culpando de todos los males al Ejecutivo central de Mariano Rajoy ha convertido las preguntas al presidente en la sesión de control del Parlamento en una sucesión de monólogos sin hilazón alguno.
El jefe del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, no siente por ahora presión alguna de ninguna bancada parlamentaria. Conduce la bicicleta sin manos, pese a que tiene que bregar con una espantosa crisis económica, con cada vez menos euros y en alianza con una Izquierda Unida que aún tiene que aprender que cuando se está en el Gobierno hay que desayunar todas las mañanas un par de sapos.
Los intentos del portavoz del PP, Carlos Rojas, para que Griñán bajara este jueves al terreno de sus competencias y explicara qué reformas piensa acometer fueron un intento inútil. El presidente le respondió muy claramente que hace oposición a Rajoy porque “está metiendo gato por liebre” y aseguró que acudirá al Tribunal Constitucional cada vez que Rajoy apruebe una medida que vulnere el Estatuto o la Constitución.
Las preguntas-discursos del socialista Mario Jiménez y del portavoz de IU, José Antonio Castro, le sirvieron a Griñán para insistir en el único mensaje político del Gobierno andaluz: el plan de ajuste de la Junta aprobado es una imposición de Madrid. Castro deslizó la idea de que el Presupuesto de 2013 debe marcar otro rumbo, pero Griñán no avanzó nada.
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