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De entre todos los miembros del Gobierno regional, Percival Manglano, titular de la ingrata cartera de Economía y Hacienda, es sin duda el más desinhibido y directo en la gestión de su identidad virtual. Con cerca de 3.200 seguidores, la cuenta de Twitter que lleva su nombre se ha convertido con el tiempo en un manantial de inspiración tanto para enemigos como para afines.

Frente al tono institucional que emplean en las redes sus colegas de la clase política, Manglano ha elegido convertir su timeline en un escaparate de ocurrencias, consignas y chascarrillos que pocos esperarían encontrar en el discurso público de un alto cargo en los actuales tiempos de tribulación. Quizá por ello se ha convertido en el blanco de multitud de menciones de otros usuarios (no todas amigables) a las que se entretiene en contestar a cualquier hora desde su smartphone . Gracias a esta afición suya por el reply hemos sabido, entre otras cosas, que tuvo una novia belga, que Bob Esponja no puede ser padre y que su artúrico nombre está más cerca del hallazgo del Santo Grial que de la espada arrancada de la roca. Hay quien le ha preguntado si eso que dice no será fruto de una cuenta falsa.

En sus frecuentes tuits, el consejero no rehúye ninguna materia aunque tiene preferencias que oscilan entre la mala calidad de las bebidas de los cócteles oficiales y las atrocidades que la izquierda ha legado al mundo. Y sí, también hace alarde de las cuentas de Madrid, incluso cuando la realidad de ejercicios pasados deja en papel mojado las estimaciones del presente. No es de extrañar que le falte tiempo para embridar el nuevo presupuesto de 2012. También se debe a su público