El raro encuentro de las vírgenes de Boborás
Cada cuatro años, si hace buen tiempo, las vírgenes Santa Isabel y Nuestra Señora de Xuvencos se echan a las calles de Boborás y se pasean —soportadas cada una por cuatro vecinos— en distintas direcciones hasta que se encuentran en un punto medio y se saludan. Ayer escampó y las vírgenes —en la imagen— oficiaron el rito ancestral del cumplimento entre un despliegue de complejos y vistosos bailes incluidos en las danzas blancas procesionales del siglo XVIII. Entre las salvas de las bombas, el sonido ancestral, la luz del día y la vistosidad de los trajes caribeños, Boborás festejóla procesión del raro encuentro de sus vírgenes.
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