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Sánchez-Camacho avisa que el pacto fiscal creará fractura social en Cataluña

Homs rechaza el riesgo de ruptura y dice que es inasumible no tener hacienda propia Sánchez-Camacho dice que el PP es la clave para la futura financiación

Àngels Piñol
Artur Mas y Alicia Sánchez-Camacho esta mañana en el Palau de la Generalitat.
Artur Mas y Alicia Sánchez-Camacho esta mañana en el Palau de la Generalitat.CARLES RIBAS

El Gobierno catalán y el Partido Popular (PP) escenificaron este jueves en una reunión su encontronazo por el pacto fiscal. Artur Mas, presidente de la Generalitat, aspira a que socialistas y populares acaben apoyando el concierto económico a la catalana. Y lo que quedó claro es que el acuerdo con el PP es casi imposible. La presidenta popular, Alicia Sánchez-Camacho, rechazó, tras reunirse dos horas con Mas, la llave de la caja y se erigió en la “garantía de éxito” de la mejora de la financiación por su condición de partido del Gobierno de Rajoy y en su papel de interlocutor con la Moncloa. La líder popular habló de la “llave del consenso”, se adjudicó ser la “pieza clave” y avisó del fracaso de la negociación y de la fractura social y la ruptura sin retorno” en Cataluña y con España si Mas persiste en su empeño.

El pacto fiscal no se hará sin el PP", avisa la presidenta popular

La advertencia cayó en saco roto. Tras el aviso de la líder popular, Francesc Homs, portavoz del Ejecutivo, ninguneó el riesgo de “fractura” y le envió dos dardos envenenados. “¿Fractura? Supongo que hablará de política... No hay ninguna social cuando parte de los electores del PP apoyan el pacto”, afirmó. “En términos médicos, no hay contraindicación”. Y no solo eso. A Sánchez-Camacho le cambió el semblante cuando recalcó que no habrá acuerdo con el Gobierno de Rajoy si no pasa antes por la calle de Urgell. Homs opinó que hay margen de maniobra. “Supongo”, dijo, “que Mas no se ha reunido con la delegada del Gobierno”.

Supongo que Mas no se ha reunido con la delegada del Gobierno", ironiza Homs

Las cartas están sobre la mesa y difícilmente habrá consenso. CiU ansía tener hacienda propia y ceder parte de los tributos en concepto de solidaridad. “Lo que ya es inasumible es no tener esa llave. Tenemos un déficit que nos lleva a un callejón sin salida”, defendió Homs. La visión del PP, de entrada, es opuesta porque sostiene que el marco constitucional, a diferencia, señala, de lo que ocurre en el Pais Vasco, no consagra el derecho de Cataluña a tener ese pacto fiscal. La realidad también es crematística: Cataluña representa el 18% del PIB de España y Euskadi, alrededor de un 6%. La cúpula del PP admite que si Cataluña tuviera el concierto, la economía española sería inviable.

“O sea, España tiene que ser viable y, en cambio, ¿Cataluña, no?”, se preguntó Mas en un acto de su campaña electoral en 2010 a propósito de esa reflexión. El modelo que propugnan los populares, dentro de la LOFCA, más “justo” y “equilibrado”, se apoya en estas cuatro patas: mejora de la cesta de impuestos, capacidad de normativa tributaria, que asiente el principio de ordinalidad y con solidaridad finalista. El esquema no gusta a los nacionalistas porque lo ven más de lo mismo. Pero el PP no desistirá: miembros del partido han constituido una comisión con el Ministerio de Hacienda para buscar mejorar el actual modelo.

CiU da por hecho que sumará a su propuesta a Esquerra (ERC) e Iniciativa (ICV-EUiA) —“es una amplia mayoría del Parlament”, recalcó Homs—, y espera convencer a los socialistas recordando que en 2005, durante la tramitación del Estatuto, votaron a favor de la hacienda propia. Esquerra ha avanzado que no renunciará a nada para lograr atraer a los socialistas. Pere Navarro, primer secretario del PSC, que expuso ayer su propio modelo al presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, rechaza la hacienda propia y opta por tener la llave compartida.

El plan del Gobierno es convocar este mes una cumbre con todos los partidos y aprobar en julio un documento en un pleno en del Parlament. Y después se abre la incógnita, aunque Mas vino a decir la semana pasada que Cataluña tendrá hacienda propia por las buenas o por las malas. De entrada, CiU ha organizado una campaña entre su militancia para divulgar las bondades de su apuesta. Pero el PP no se arredrará: Sánchez-Camacho instó a Mas a que no “engañe” e insistió en que la llave de la caja no es el “comodín” que lo resolverá todo. “No se puede poner el carro antes de los bueyes”, dijo para ilustrar que si no se reactiva la economía y los tributos, la mejora de la financiación no servirá de nada.

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