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La fiscalía ordena reconstruir las diligencias contra Martín desaparecidas

El proceso consta como terminado desde finales de 2011 pese a que debió reabrirse La operación se hará folio a folio, porque en la justicia solo vale el soporte en papel

Captura de los ordenadores del juzgado de Cambados en la que el caso consta como "terminado".
Captura de los ordenadores del juzgado de Cambados en la que el caso consta como "terminado".

El fiscal jefe de la fiscalía de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, ordenó la reconstrucción de las diligencias 1358/2006 que desaparecieron en el juzgado número 2 de Cambados por un presunto delito contra el medio ambiente en la construcción de la urbanización Illas Atlánticas de Portonovo (Sanxenxo) del que está imputada la promotora Construziona, vinculada a la familia del exconselleiro del PP José Cuiña.

 Una causa que, tres años después de incoarse, la Audiencia de Pontevedra requirió al juzgado para que abriera una nueva línea de investigación por un supuesto delito de negociaciones prohibidas de funcionarios y tráfico de influencias en la venta de los terrenos donde se levantó la urbanización y que implicaría al entonces alcalde de Sanxenxo y actual diputado en el Congreso, el popular Telmo Martín. La ampliación de estas diligencias, que no llegó a practicarse, se basa en supuestas infracciones penales que pudieran derivarse de la venta de los terrenos por parte de la empresa Construcuatro (de la que Telmo Martín era socio con el 33% de las acciones) a Construziona en 2004 por 2,78 millones de euros.

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Desde junio de 2009, cuando la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra requirió al juzgado que siguiera investigando basándose en los indicios que existían, no se registra ninguna nueva actuación en el caso ni se práctica una sola prueba, que tampoco fueron reclamadas por la parte denunciante, en representación de Asociación de Vecinos San Cristóbal de Portonovo.

“Es un momento delicado y es mejor no decir nada por ahora", afirma el abogado de la acusación

La Sala de la Audiencia se pronunció en un auto en el que revocó el archivo de las diligencias en Cambados y admitió las alegaciones de los vecinos, que querían llegar al fondo de la venta de los terrenos al apreciar posibles irregularidades. Sin embargo, dos años después se da por muerta una causa que tendría que seguir viva y el caso figura en los ordenadores del juzgado como “terminado”, sin registrarse al menos una queja del abogado de los vecinos, que había mostrado el máximo interés para que el proceso continuara.

Aladro confirma que hacia octubre del pasado año fue advertido por el propio fiscal del caso del extravío del procedimiento. Entonces dio las órdenes pertinentes para que se recuperasen los documentos nada más comprobar que la causa no aparecía. El responsable de la fiscalía, que no descartó abrir una investigación, lamentó lo sucedido pero cree que la pérdida de los documentos y autos de la instrucción no ha sido intencionada sino fortuita. “A veces ocurren estas cosas, pero en el supuesto de que alguien haya pretendido ocultar la causa por las razones que fuesen lo ha hecho muy mal, porque todo está guardado en soporte informático”, aclaró Aladro. Aunque gracias a la aplicación informática Minerva que manejan los jueces las diligencias están a salvo, la reconstrucción tendrá que hacerse folio a folio, ya que el soporte en papel es el único que tiene validez en la Administración de justicia.

La orden del fiscal jefe se materializó el pasado miércoles, a las 10 de la mañana. En presencia del nuevo juez de Cambados, la secretaria, un fiscal y el abogado de la parte denunciante se celebró el acto de reconstrucción de la causa. El letrado de la acusación, Vicente García Legísima, entregó las copias de los documentos que tenía para ser compulsados en el juzgado. Así hasta más de 200 folios de escritos, informes del Seprona, declaraciones de testigos, planos cartografiados y autos.

Todas las diligencias del caso desaparecieron sin dejar rastro

García Legísima prefirió no entrar en el asunto de la desaparición de la causa ni explicar por qué, como representante de la acusación, no mostró interés en que se reactivaran las investigaciones en las que Telmo Martín está en el punto de mira. “Es un momento delicado y es mejor no decir nada por ahora”, se limitó a comentar. No obstante, el letrado confirmó que iba a abandonar el asunto para que otro lo retomara por motivos derivados de su nueva tarea como concejal en el Ayuntamiento de Pontevedra. Un salto a la política desde las filas del BNG que se produjo en medio de estas dilaciones procesales en las elecciones municipales del pasado año.

Desde la asociación de vecinos San Cristóbal, su actual presidenta, Margarita Fontán, asegura que desconocía cómo estaba el asunto y que únicamente tenía información de la procuradora, que en una ocasión le comentó que “no lo encontraban”. “No tenemos ninguna información desde hace mucho tiempo, por eso no sabemos cómo están las investigaciones y por mucha razón que nos den los jueces estamos atados de manos porque desconocemos qué camino ha tomado el asunto”, declaró la presidenta.

Tampoco la directiva fue informada de las intenciones del abogado de dejar el caso y ahora tendrán que tomar una decisión al respecto. “Si denunciamos fue para que investigaran por qué la urbanización se asentó sobre el cauce de un río, taponándolo, pero no apuntamos a ningún culpable. Si luego aparecieron otras cuestiones que pudieran apuntar al señor Telmo Martín habrá que pedirle responsabilidades, pero tampoco sabemos nada de esto”, subrayó. “Llegados a esta situación y si las cosas están como están ahora, no sé si habría abogados que quisieran seguir con la denuncia, porque la verdad es que nadie se quiere comprometer con nada”, añadió la presidenta.

Un juez desbordado

El que fue juez instructor de la causa hasta marzo pasado, cuando se produce su traslado a los juzgados de Vigo, resta importancia a su desaparición y confirma que hace aproximadamente seis meses le comentaron su extravío desde la propia fiscalía. Juan Carlos Carballal admite que es un hecho raro pero no infrecuente, sobre todo cuando son diligencias de escaso volumen y en un juzgado desbordado de asuntos como el de Cambados. “Yo estoy convencido de que la causa aparecerá en cualquier sitio, traspapelada entre otros expedientes”, afirma.

“Conforme a la legislación procesal cualquier instrucción está bajo la custodia y responsabilidad de la secretaria”, apunta Carballal. “En su momento se dieron las instrucciones necesarias para encontrar el expediente, con resultado infructuoso, no pudiendo determinar dónde ni cuándo se produjo su extravío, si en la propia sede judicial, en fiscalía o en la Audiencia de Pontevedra”, añade.

El juez reconoce también que el asunto sufrió un retraso considerable, pero explica que entre tantos procedimientos abiertos el tiempo fue pasando sin que la acusación personada en el caso “se haya interesado lo más mínimo por la marcha del asunto”.

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