“Soy el director con menos experiencia que ha tenido Catalunya Ràdio”

Fèlix Riera (Barcelona, 1964) asume la dirección de Catalunya Ràdio tras una larga trayectoria como editor y productor. El comité de empresa de la emisora le ha recibido con un comunicado en el que lamenta su filiación política y su poca experiencia radiofónica.
Pregunta. Usted ha pisado poco Catalunya Ràdio.
Respuesta. Estudié comunicación audiovisual, e hice prácticas en Radio Juventud un año y medio. También en Radio Molins de Rei. Participé durante una etapa en un programa de Catalunya Cultura, pero siempre desde una posición no profesional.
P. También llega a dirigir Catalunya Ràdio siendo de la dirección de Unió.
R. No renovaré mi cargo en el congreso. Tengo una visión de la política centrada en las cuestiones en las que puedo participar.
P. ¿Alguien que ha sido dirigente de un partido puede garantizar la pluralidad?
R. Yo he tenido cargos en sectores muy delicados desde el punto de vista del pluralismo. De mi boca no ha salido nunca un planteamiento sectario. No se puede formar parte de la comunidad cultural de un país siendo sectario.
P. Dirigirá una emisora pública en la que deberá controlar la cuenta de resultados.
R. Un sistema bien afinado en su orientación de los gastos acaba teniendo una aplicación positiva para el resto de la estructura. Quiero que haya una gestión económica eficiente. Pero no estamos para tener resultados económicos, sino para ampliar la legitimidad de lo público.
P. ¿Cómo?
R. Para mí la base es alinear Catalunya Ràdio y el resto de medios públicos con la cultura, uno de los sectores más dinámicos. Catalunya Ràdio debe generar alianzas para que esta base de legitimidad sea más profunda. Un proyecto cultural abierto, cosmopolita, local. Y otro, obviamente, es el servicio público: que la gente tenga fácil acceso a informarse, culturizarse y tener acceso a la calidad.
P. ¿Y esto cómo se conjuga con la competencia por la audiencia?
R. Catalunya Ràdio ha sumado 60.000 oyentes de 2011 a 2012. Y sus programas están repuntando. Quizá no ha hecho unos grandes resultados, pero ha hecho las cosas bien. No podemos renunciar al crecimiento: pero no solo debe ser cuantitativo, sino también cualitativo. Lo que ofrecemos debe ser suficientemente necesario y reconocible. Catalunya Ràdio debe generar valores en otros ámbitos que no son el comercial.
P. Debe ser también independiente
R. Tenemos el Consejo del Audiovisual de Catalunya, del que fui miembro, y debo ir al Parlament cada mes a dar explicaciones. Y luego hay un instrumento que funciona muy bien: la audiencia es muy inteligente y sanciona muy negativamente cuando un medio no es equilibrado.
P. En ocasiones los medios públicos catalanes parecen creer que toda Cataluña es su audiencia.
R. Los medios de comunicación públicos deben tener un pluralismo interno, generar el consenso de que estamos ante una información plural, ponderada y de calidad. Si lo hacemos, estaremos a la altura. Catalunya Ràdio no debe ser pensada para los que la escuchan, sino para aquellos que deben tener la posibilidad de escucharla. Debemos responder a sensibilidades muy diversas y a miradas del mundo que no deben coincidir. Catalunya Ràdio es una radio de todo un país. Debe responder a todos por igual, ser capaz de no dejar a nadie fuera. Una radio pública debe tener la capacidad de ayudar a los oyentes a conocer, para que puedan tener todas las cartas.
P. ¿El camino es ser primero un referente, y luego liderar la audiencia?
R. Probablemente, soy el director con menos experiencia que haya dirigido y dirigirá la radio. No vengo a cambiarlo todo, a girarlo como un calcetín. Tenemos una radio con 30 años de historia que debemos poner en valor y recuperar. Aquí hay elementos de centralidad que nos deben hacer aumentar la base de legitimidad. Y esto es entrar a hacer un liderazgo claro, bien definido en el ámbito de la cultura.
P. El comité de empresa lamentó su nombramiento. ¿Le sorprendió?
R. No. Sé que hay mucha gente que opina así, y gente que no. Yo, desde que entré en Catalunya Ràdio, milito en Catalunya Ràdio.
P. ¿Con esta premisa espera ganarse a los trabajadores?
R. Pondré toda mi voluntad. Mi compromiso es trabajar. Mi abuelo me decía: ‘Fèlix, todo se arregla trabajando’. Esta es una de mis grandes divisas.