Oriol Pujol afianza el nuevo rumbo con una cúpula exclusivamente soberanista

El encargado de dirigir el nuevo rumbo de Convergència será Oriol Pujol, que se ha rodeado de un equipo formado por una nueva generación de dirigentes, soberanistas sin tapujos, en los que Pujol, elegido secretario general con el 97,81%, confía para llevar las riendas del partido. La cúpula es exclusivamente masculina: a Mas, presidente con más del 99% de los apoyos, y Pujol les acompañan las tres persones encargadas de engrasar la maquinaria convergente para que funcione en todos los ámbitos como en uno solo. El vicepresidente del Parlament, Lluís Corominas, continuará con sus funciones como vicesecretario general de coordinación institucional, desde la que controlará la acción del partido en las instituciones en las que está presente. El portavoz del Gobierno, Francesc Homs, será el nexo con el Ejecutivo desde la vicesecretaría general de Estrategia. Y las cañerías del partido las dominará Josep Rull, candidato por Terrassa (Vallès Occidental) de CiU, que será el nuevo secretario de organización. La nula presencia femenina en la cúpula se equilibra en el equipo que acompañará a Pujol en las secretarías ejecutivas, en las que hay seis mujeres y cinco hombres. Los consejeros del Gobierno participan como tal en la ejecutiva, aunque la nueva dirección ha premiado la labor de Irene Rigau con la presidencia del consejo nacional. También han buscado dar relevancia al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, con la presidencia de un nuevo órgano, la comisión nacional de política municipal.

Con los soberanistas en el núcleo duro de CDC, no era de extrañar que el fervor independentista tapara la agenda social, cuya pírrica presencia en las ponencias contrasta con lo que antaño era un pilar básico sobre el que se sustentaba la construcción nacional de Convergència. Tuvo que ser el expresidente Jordi Pujol quien alertara, en la apertura del congreso el viernes, de la importancia de mantener el Estado de bienestar para sostener la identidad nacional de Cataluña. En el texto de la ponencia ideológica una enmienda propuesta por el diputado Carles Campuzano puso negro sobre blanco la importancia de mantener la personalidad social de CDC. La hoja de ruta del partido diseñada por los dirigentes solo aludía brevemente a la necesidad de los recortes (“ajustes”, en el texto), por la situación económica. La enmienda aceptada de Campuzano evita criticar la política de recortes, pero exhorta al partido a mantener un Estado de bienestar fuerte para evitar la fractura social que puede derivar de la crisis. “No podemos dejar a nadie en la marginalidad”, exigió el expresidente Jordi Pujol el viernes.

El otro elemento que el partido ha preferido no debatir son sus reiterados pactos con el PP para gobernar en Cataluña. El nuevo hombre fuerte, Oriol Pujol, sí se refirió a estos acuerdos, pero los descafeinó hasta el límite de recordar que la investidura de Mas se logró con la abstención del Partit dels Socialistes.