Mascarell “sacude” los museos
El titular de Cultura presenta un plan para articular el sistema museístico de Cataluña
“Tenemos un sistema débil, con pocas visitas y poca proyección”, advirtió el consejero de Cultura Ferran Mascarell. Cataluña tiene registrados un total de 113 museos de todo tipo y tamaño; de propiedad pública —a menudo compartida entre varias Administraciones— y privada; con un volumen de recursos calculado en torno a los 105 millones de euros y que en el año 2010 recibieron unos 10,7 millones de visitantes.
Mascarell presentó ayer el plan general con el que quiere reorganizar el sistema museístico de Cataluña con el objetivo de provocar una “sacudida conceptual” y potenciar la cooperación entre los centros para aumentar la eficiencia del sistema y consolidar un modelo “que se ha construido en los últimos 100 años sin un Estado que lo apoyara”. El consejero pretende conseguir que crezca en tres millones de euros el capital privado que llega en forma de mecenazgo y patrocinio, y reformar el “sistema de gobernanza” de los centros, que actualmente es “muy poco efectivo”.
El proyecto se articula en torno a cuatro grandes polos identificados cada uno con una institución: el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y el futuro Museo Nacional de Historia de Cataluña (MNHC), una especie de refundación del actual Museo de Historia de Cataluña (MHC), que a medio plazo debe abandonar su emplazamiento en el Palau de Mar.
En torno al MNAC se establece la “constelación” de los museos dedicados al arte antiguo y moderno, que de algún modo contribuyen a una visión de lo que sería el legado artístico catalán. Al Macba le corresponde coordinar el llamado “relato de la contemporaneidad”, es decir, de la creación actual, aunque su posición central se la puede discutir perfectamente su vecino el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), el invento de Josep Ramoneda que ahora, en su ausencia y ateniéndose al organigrama presentado ayer por Mascarell, podría estar a punto de convertirse en un objeto de deseo canibalizable. El flamante MNCN de la zona Fórum, articula todo el ámbito de la ciencia, la ecología y la naturaleza, incluidos los espacios naturales protegidos como el Parque Nacional de Aigües Tortes y el de Cap de Creus.
La novedad la constituye el nuevo MNHC, que debe definir “el relato de la identidad de Cataluña” y podría incluso carecer de sede cuando se acabe, en 2019, la cesión del Palau de Mar, según insinuó ayer el consejero, que apuesta más por una red de centros que establezcan un recorrido que podría arrancar en Ullastret, seguir por Ampurias, pasar por Tarragona y bucear en la Revolución Industrial y que incluiría también los museos de Etnología y Arqueología.
Paralelamente, el plan incluye la creación de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural y poner en marcha el gran proyecto de los depósitos de arte y arqueología, para los que la Generalitat ha puesto los ojos en el gran conjunto del antiguo complejo de Tabacalera en Tarragona. Previamente sería necesario desencallar el proceso de cesión del Museo Nacional de Arqueología de Tarragona, actualmente de titularidad del Estado, que la Generalitat reclama desde hace años, para poder trasladarlo a la antigua Tabacalera; un edificio que también podría albergar el depósito arqueológico. Para el director general de Patrimonio, Joan Pluma, este es un proyecto “urgente”. El calendario ideal sería que la mudanza se complete en 2017, coincidiendo con los Juegos del Mediterráneo, pero Mascarell mostró sus dudas sobre la predisposición de los nuevos inquilinos del Ministerio de Cultura.
En cualquier caso, y al margen de la imposibilidad de establecer jerarquías entre los centros museísticos, incluso la división genérica es compleja, ya que, a menudo, los territorios se solapan, como en el caso de las grandes fundaciones de artistas catalanes como la Miró, la Tàpies, el Museo Picasso y el Teatro-Museo Dalí —que por cierto son los museos más visitados de toda Cataluña—. En muchos casos, estos centros entrarían en la órbita del MNAC, por la naturaleza de sus colecciones, o en la de Macba en calidad de productores de creación contemporánea.
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