El Flamenco Festival busca otros públicos

El flamenco lleva paseándose por el mundo desde que estaba poco más que en pañales, a principios del siglo XX de la mano de grandes como La Argentinita. Este arte, que nació con vocación mestiza, no persigue solo exhibirse en escenarios internacionales sino que está decidido a fundirse con otras músicas del mundo allá donde va. Prueba de esta tendencia es la programación del Flamenco Festival 2012 en Estados Unidos que celebra su 11ª edición con 34 representaciones, del 24 de febrero al 11 de marzo, en 12 salas de Nueva York, además de llegar a Washington, Miami y Boston.

Algunas de estas apuestas son las del bailaor Juan de Juan, quien trabaja con el bailarín de claqué Jason Samuels Smith para el estreno de Dance under the influence; la del guitarrista flamenco Niño Josele junto al jazzman Doug Wamble, o la apuesta del guitarrista Ricardo que protagonizará Un gitano en Nueva York junto a músicos de Harlem.

El festival tiene también, desde hace ocho años, una extensión en Londres donde, desde el 7 al 19 de febrero, presentará a Vicente Amigo, José Mercé, Rafael Amargo, Gerardo Núñez o la Compañía Antonio Gades, entre otros. En total son 17 actuaciones además de una cita muy especial que será el día 13 a las cinco de la tarde. “Bailaores de Antonio Gades ofrecerán una clase con nociones básicas de flamenco para todos los viajeros que pasen ese día por la estación de metro y tren de Saint Pancras, la más concurrida de Londres”, explica Miguel Marín, director del Flamenco Festival.

“Nuestro objetivo es llevar el flamenco a los teatros más importantes del mundo y llegar a nuevos públicos por eso hemos incluido un programa educativo para niños de 8 a 12 años de 20 escuelas de Nueva York o las clases gratuitas de flamenco en el vestíbulo del NY City Center antes de los espectáculos”, asegura. Por la cita norteamericana pasarán también Olga Pericet, con Rosa, metal, ceniza; Manuela Carrasco con su último espectáculo Suspiro flamenco o Rafaela Carrasco que presentará Vamos al tiroteo. “Por primera vez hemos conseguido llegar a salas alternativas con apuestas dirigidas a un público joven como La Shica, Muchachito Bombo Infierno o Canteca de Macao”, añade Marín. El festival tiene un presupuesto de un millón y medio de euros para las dos sedes, de los cuales el 80% se obtiene en taquilla y el resto lo aportan instituciones como el Instituto Andaluz del Flamenco o el INAEM.