El Gobierno replica que Euskadi ya tiene el Estatuto como marco político

El Gobierno vasco, y también el PSE-EE, coincidieron en su réplica a Jesús Eguiguren. La portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, al término del consejo de Gobierno, señaló al Estatuto de Gernika como “nuestra Constitución como puebo y nuestro marco jurídico y político, el que nos ha permitido a los vascos convivir y tener este autogobierno”.

Mendia ha recordado que ya en su origen fue “un pacto entre diferentes” y no se ha opuesto a eventuales cambios “si este pueblo quiere buscar otro pacto”. Sí ha precisado, no obstante, que tendría que tener como “base” el estatus actual y reunir al menos el consenso que concitó aquella ley. El Estatuto de Gernika fue aprobado en referéndum en 1979 con un apoyo del 93% de los votos. Mendia ha añadido que, además, deberá buscar la unidad social y no la división.

La portavoz ha rechazado también la otra afirmación de Eguiguren relativa a la revisión del pacto con el PP en Euskadi en el supuesto de que el Gobierno de Mariano Rajoy actuara “a la contra” en la gestión del fin de ETA. Ha habido “muchas diferencias” con el PP, ha afirmado Mendia, pero ninguno pone en cuestión la vigencia del pacto de bases para el cambio, al que le queda aún “mucho recorrido” pese a la existencia de “visiones diferentes”.

Por su parte, el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, está de acuerdo con la búsqueda de un nuevo marco de convivencia, aunque ha criticado el término “Constitución” usado por Eguiguren. Cualquier modificación en la regulación de la convivencia en Euskadi o en el encaje con el resto de España deberá darse “en el marco de la Constitución española y el Estatuto de Gernika”, dice.

Mientras, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha recordado a Eguiguren que la Constitución española es la norma fundamental de convivencia y “la ley suprema” por la que se rige todo el país. Aunque dijo no conocer las palabras exactas de Eguiguren, Alonso sí ha querido dejar claro que la Constitución de 1978 es “la norma fundametalísima de convivencia, la ley suprema”.