_
_
_
_
_

Minúsculos retratos

El Museo del Prado expone por primera vez una selección de sus miniaturas y pequeños retratos

Retrato de Juana Galarza de Goicoechea, de Francisco de Goya.
Retrato de Juana Galarza de Goicoechea, de Francisco de Goya.

Frente a la querencia del arte contemporáneo por los grandes formatos, a veces la creación más delicada se da en dimensiones muy reducidas. El Museo del Prado expone hasta el 26 de febrero, por primera vez, una selección de 36 miniaturas y tres pequeños retratos que forman parte de su colección. La excusa para sacar a la luz estos tesoros —se exponen en la primera sala de la cámara acorazada en la que se exhibe el Tesoro del Delfín de forma permanente— es la publicación del catálogo razonado de miniaturas del museo. Las pinturas de la esposición son obras de artistas enormemente diestros en la técnica del gouche, que aplicaban sobre vitela, tablillas de marfil o papel.

 Algunas tenían carácter privado, pero también cumplían funciones de Estado, por ejemplo, como regalo de los monarcas a los embajadores extranjeros con motivo de su proclamación, un matrimonio real o la firma de un tratado. También se premiaban con miniatruas las hazañas militares o el cumplimiento de misiones. En España no se realizaron lo que estrictamente se conoce como miniaturas hasta el siglo XVIII. En su lugar, esa función correspondía al pequeño retrato, también llamados retratico o retrato de faltriquera. Uno de los más conocidos de la colección del Museo del Prado es el retrato al óleo sobre cobre de Juana Galarza de Goicoechea, realizado en 1805 por Francisco de Goya y perteneciente a la serie que pintó el aragonés con motivo de la boda de su hijo Javier con Gumersinda de Goicoechea y Galarza.

En cuanto a las 36 miniaturas de la exposición, se incluyen obras de autores españoles, sobre todo del siglo XIX, como el retrato de Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco, IX duque de Osuna (hacia 1805), del miniaturista Guillermo Ducker; el del periodista Ramón de Navarrete y Fernández Landa, obra de Cecilio Corro (hacia 1844); el de Isabel II, reina de España, de Juan Pérez de Villamayor (1863); o un San Miguel, de Manuel Arbós y Ayerbe (1865). También hay piezas de artistas extranjeros de finales del siglo XVIII y principios del XIX como la Pareja de retratos de mujeres, de Charles Guillaume Alexandre Bourgeois (hacia 1800); el retrato de Francisco I, emperador de Austria, de Heinrich Friedrich Füger (hacia 1790); o el retrato de Hans Axel von Fersen (hacia 1784), de Niclas Lafrensen.

El catálogo documenta exhaustivamente las 164 miniaturas y los 16 pequeños retratos de la colección de miniaturas del Museo, que comenzó a formarse en 1877.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_