‘De Nao Albet i Marcel Borràs’: dos cuentistas con encanto
En la que dicen será su última creación conjunta, los creadores combinan el autohomenaje con la parodia
El espectáculo ya empieza en el programa de mano. La ficha artística de lo nuevo de Nao Albet y Marcel Borràs es de antología: autoría, dirección, interpretación, escenografía, vestuario, iluminación, espacio sonoro, vídeo, caracterización, asesoramiento de movimiento, artes marciales y voces en off de Nao Albet y Marcel Borràs. El título no podía ser más acertado: De Nao Albet i Marcel Borràs. Antes siquiera de empezar la pieza, los dos creadores ya se están riendo de todos aquellos directores (no hace falta decir nombres) que firman dramaturgias y escenografías con aquella alegría. Cobrando su correspondiente nómina por cada cosa, evidentemente.
Los ya no tan enfants (tienen 32 y 33 años) terribles Albet y Borràs combinan el autohomenaje con algo que siempre han hecho de maravilla: la parodia del mundo del teatro. Coincidiendo con el decimoquinto aniversario de su primer espectáculo, acaban de estrenar la que dicen que será su última creación como dúo artístico. De Nao Albet i Marcel Borràs (la i es latina porque el espectáculo es en catalán) es un repaso a su carrera y a su amistad: ambas cosas se confunden y entremezclan, como el teatro, el sufrimiento y la vida en la trayectoria de Angélica Liddell. La mayor virtud de esta pareja artística es que, desde el aparente chascarrillo o chiste fácil, diseccionan las miserias de la profesión teatral con gracia y un profundo conocimiento de causa. Aquí el tema principal es la amistad, y la lucha de egos entre Albet y Borràs se representa en un escenario desnudo, mediante mucho talento y teatralidad pura y dura. Después de un espectáculo técnicamente tan complejo como Falsestuff, aquí nos demuestran que la mímica puede competir con cualquier superproducción.
El repaso a su relación profesional combina la historia de su amistad con anécdotas más o menos embarazosas y su teatrografía detallada
El montaje bascula entre la terapia, el psicodrama, la autoficción, el egosurfing y las constelaciones familiares. Novias, exnovias, colegas o una productora fumadora aparecen gracias a la magia de la gestualidad y la imitación. La psicomagia de Alejandro Jodorowsky se hace carne en una escena inolvidable. El repaso a su relación profesional combina la historia de su amistad con anécdotas más o menos embarazosas y su teatrografía detallada. La envidia, el ego y el resentimiento propulsan su relación hacia un futuro imaginado, que recuerda a muchos creadores que conocemos: gente que sigue firmando con el nombre de la compañía, aunque ya no se soportan, ensayos en días separados para no coincidir, muchos talleres y cursos de teatro por todo el mundo. Es obligatorio tener un método propio, hay que tener discípulos, para seguir ordeñando la vaca hasta que no le quede ni una gota de leche. Y, por supuesto, hay que dirigir óperas. Muchas óperas.
Nao Albet y Marcel Borràs se comparan con Cervantes y Lope de Vega, Voltaire y Rousseau, Verlaine y Rimbaud. Su fragilidad expuesta en público, sus dudas existenciales y su vulnerabilidad teatralizada son muy reconfortantes, porque también son las nuestras. El repaso a su trayectoria es también un homenaje a la historia de su amistad, con sus altos y sus bajos, sus reproches y sus silencios. Este ejercicio de impudicia en público funciona, pese a su excesiva duración, porque los dos creadores se presentan ante nosotros con humor, autoironía, inteligencia y honestidad. Y salimos del teatro con un recuerdo, si lo deseamos, incluso físico. La gente de Madrid se volverá loca con este espectáculo.
De Nao Albet i Marcel Borràs
Dirección: Nao Albet y Marcel Borràs
TNC. Barcelona. Hasta el 5 de noviembre
El Canal. Salt. 18 de noviembre
Teatro de La Abadía. Madrid. 25 y 26 de noviembre
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