
Madrid, capital de la dignidad
La capital española ha enseñado al mundo que los derechos humanos no se negocian, que la voz de la ciudadanía puede cambiar la narrativa y que los valores humanos siempre deben estar por encima de cualquier medalla
La capital española ha enseñado al mundo que los derechos humanos no se negocian, que la voz de la ciudadanía puede cambiar la narrativa y que los valores humanos siempre deben estar por encima de cualquier medalla