El supuesto virus del fascismo
No será una vacuna contra los herederos de Mussolini lo que cure a la democracia de sus males endógenos. La cuestión es cómo superar los defectos que la han convertido en una “democracia recitativa”
No será una vacuna contra los herederos de Mussolini lo que cure a la democracia de sus males endógenos. La cuestión es cómo superar los defectos que la han convertido en una “democracia recitativa”