Ortega revive el proyecto de un canal interoceánico en Nicaragua y lo ofrece a empresarios chinos
El presidente argumenta que el Canal de Panamá tiene problemas de “fluidez de agua”
Daniel Ortega ha vuelto a la carga con la construcción del Canal Interoceánico, una obra colosal que pretende unir los océanos Atlántico y Pacífico a través de Nicaragua. El pasado lunes, el presidente ofreció la obra a un grupo de 250 empresarios chinos que llegaron a Managua a participar a la XVII Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe. Ya lo había hecho hace 12 años, pero todo terminó en nada. Ahora, propuso una nueva ruta que ya no atraviesa el Gran Lago Cocibolca, el principal reservorio de agua potable de Centroamérica, sino que es más larga y, dijo, evita los “problemas de fluidez de agua” del paso interoceánico de Panamá.
La ruta anterior, cuando el proyecto fue concesionado al empresario chino Wang Jing – quien luego quebró–, atravesaba el Gran Lago Cocibolca. La ruta fue criticada no solo por las expropiaciones que implicaba, sino porque la empresa canalera ponía en grave riesgo al Cocibolca con un mega dragado que comprometía su integridad. Además, siempre quedaba latente la posibilidad de un accidente petrolero.
Nicaragua mantiene relaciones diplomáticas con Pekín desde 2021. Es en este nuevo marco que Ortega ha decidido desempolvar el proyecto del corredor bioceánico, que siempre ha vendido como la panacea para instalar el progreso en el segundo país más pobre del continente, después de Haití. El lunes por la noche, el presidente mostró un mapa con otra ruta canalera más larga, de 445 kilómetros, que parte desde un puerto que supuestamente se construirá en la ciudad costeña de Bluefields, atraviesa la zona norte del país, si interna en el Lago Xolotlán y desemboca, finalmente, en el Pacífico en el puerto de Corinto.
“Siempre existe el riesgo de un accidente en un lago de agua dulce, entonces, aunque sea un poco más larga la ruta, el proyecto es que arranque en Bluefields, y luego va rompiendo, rompiendo, rompiendo hasta salir por puerto Corinto, pero es un canal tan ancho que facilita que puedan entrar los barcos más grandes, con cargas enormes”, dijo Ortega para justificar el cambio de ruta.
“Problemas de agua”
Ortega insiste en que el Canal de Panamá “está presentando problemas de fluidez de agua, lo que hace que el tránsito marítimo sea más lento y que muchas embarcaciones tengan que esperar por días con productos y mercancías. Debería haber una alternativa y la alternativa la tenemos aquí en Nicaragua”, dijo.
Manuel Orozco, analista del Diálogo Interamericano, dice que Ortega hace una comparativa sin sustento entre el canal panameño que opera sin mayores contratiempos y su sueño del megaproyecto que, junto a Wang Jing, vendió como “el mayor proyecto de ingeniería civil en la historia de la humanidad”.
“Las palabras de Daniel Ortega reflejan una persona que se despertó en el año y el siglo equivocado, con los datos e información de otro planeta, ya que el Canal de Panamá es funcional y muy activo”, plantea Orozco. “Los costos de construir un canal a la par de otro no son rentables para ningún inversionista multimillonario en el siglo XXI: más de 60.000 millones de dólares, con un posible retorno inicial de inversión a 20 años. Pero, fundamentalmente, alguien le dio a Ortega ese libreto del canal frente a otra realidad más contundente: las perspectivas económicas de crecimiento económico equitativo en Nicaragua proyectan menos del 2,5% en 2026″, plantea el experto.
Orozco agrega que, frente a la crisis económica, el régimen trata de apalancar su vínculo diplomático con China para reducir su dependencia de Estados Unidos. Según el Ministerio de Industria y Comercio sandinista, en lo que va de 2024 Managua ha exportado al gigante asiático 25,6 millones de dólares, frente a los 999 millones vendidos a Estados Unidos.
Condena de la CorteIDH
Ortega hizo ese anuncio el mismo día en que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado de Nicaragua por violar diversos derechos de los pueblos indígenas en el marco del proyecto de canal interoceánico. En cualquier caso, el proyecto suma detractores. “Enfrenta serios cuestionamientos en términos de viabilidad económica. Sin contar el impacto socio ambiental y los derechos de las comunidades locales, ya que en principio estaría arrasando tanto con las comunidades indígenas y afrodescendientes”, plantea Juan Carlos Gutiérrez Soto, sociólogo y politólogo nicaragüense.
Gutiérrez Soto no cree que China apueste una inversión semejante en Nicaragua porque ya lo ha hecho en Perú, para la apertura del puerto Chancay. “El cruce, la inversión. es demasiado riesgosa y costosa para que tenga rendimientos económicos y eso para China no es un atractivo”, sostiene.
Mientras que el exdiputado opositor en el destierro, Eliseo Núñez, tiene otra visión de la promesa canalera reeditada: “Ortega constantemente promete megaproyectos para mantener a su gente con una meta de bienestar inmediato. Como él no conoce el concepto de trabajo sistemático, siempre va a apostar a enormes golpes de suerte o grandes negocios que no existen. Él usa esta propensión al cortoplacismo para generar expectativas”.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.